Espectáculos Taylor Swift Helena Rojo Fuerza Regida Gina Montes Famosos

EL SÍNDROME DE ESQUILO

ENSAYO DE ORQUESTA O LA PLUMA BIEN TEMPERADA

VICENTE ALFONSO

"Recuerdo ahora los años en que mi abuelo me llevaba a la escuela: todos los días oíamos a Beethoven y a Tchakóvski. Yo le preguntaba por qué seguíamos escuchando las piezas de esos discos si ya nos las sabíamos de memoria. Mi abuelo decía que uno nunca termina de aprender de los buenos maestros", dice la protagonista y narradora de "Estirpes", uno de los veintidós cuentos que componen Ensayo de Orquesta, de Laura Baeza.

El párrafo me ha hecho recordar una de mis obras favoritas: El Clavecín Bien Temperado, de J. S. Bach. Se trata de una colección que abarca 48 preludios y 48 fugas cuyo objetivo es al mismo tiempo teórico y didáctico, según el propio J. S. Bach apunta: «El clave bien temperado, o preludios y fugas en todos los tonos y semitonos (...) están compuestos para la práctica y el provecho de los jóvenes músicos deseosos de aprender y para el entretenimiento de aquellos que ya conocen este arte».

Ganador del Premio Nacional de Cuento Breve Julio Torri, y publicado por el Fondo Editorial Tierra Adentro, Ensayo de Orquesta es también un libro de exploración. En los relatos que lo conforman descubrimos a una joven autora que destaca por su pericia para manejar las herramientas del narrador: puntos de vista, manejo de los tiempos, datos escondidos. Lo primero que se advierte es su habilidad para generar tensión a partir de situaciones cotidianas: parejas que riñen, maestros que se encuentran de pronto con exalumnos que parecen haberlos olvidado, lauderos cuya ambición termina vinculándolos con la mafia, flautistas intolerantes a la crítica. En estos cuentos pasan cosas, muchas cosas.

Baeza divide los relatos en cinco secciones a la manera en que se organizan los instrumentos de una sinfónica: cuerdas, viento (maderas y metales), percusiones y solistas. Del violín concertino al tambor indio, cada uno de los relatos es protagonizado por un instrumento, pero no cualquiera: a cada uno de los protagonistas le corresponde un instrumento que parece empatar con su carácter.

Hay que decirlo: la decisión de hacer un cuento por cada uno de los elementos de la orquesta implica el riesgo de volver el libro esquemático, predecible. No obstante, Laura Baeza logra mantener interesados a los lectores utilizando los principios básicos de la composición musical: repetición, variación y contraste. Así encontramos elementos que se repiten, como los ejecutantes que son abandonados por su pareja, elementos que derivan en otros (como la ausencia de Iñaki en los cuentos "Estirpes"y "Ruta Norte") y elementos de violento contraste, como la tradición en la que se inserta cada uno de los relatos: algunos corresponden al linaje del relato fantástico ("el cielo de Lima", "Antigüedades") otros cabrían en antologías de literatura negra ("Moneda de cambio", "Postal Mediterráneo") algunos más en la canasta del relato histórico ("Los motivos del lobo").

Ensayo de Orquesta destaca también porque establece un diálogo entre dos disciplinas artísticas, y lo hace sin poses ni falsas pretensiones. Como el título advierte, en el libro abundan las situaciones en que los músicos se alejan del glamour: los ensayos, las prácticas en casa, las borracheras tristes, los huesos en bares, restaurantes y casas de ricos. Desfilan frente a nosotros, sin el almidón que suele acompañarles, obras de Saint-Saëns, Rimski-Korsákov y Silvestre Revueltas. Al final del volumen la autora incluye el playlist que consigna la banda sonora del cuentario.

Vuelvo al párrafo inicial. El abuelo de la protagonista afirma que uno nunca termina de aprender de los buenos maestros. Baeza lo deja claro en "Mefisto", uno de los cuentos que cierran el libro, pues sin mencionarlo, dialoga con una doble tradición musical y literaria: ambientado en la niebla y en las calles estrechas de Xalapa, "Mefisto" tiende puentes hacia los valses de Liszt, pero también a "Vals de Mefisto", uno de los relatos perfectos de Sergio Pitol. Además de la literatura de Pitol, encontramos en el libro referencias y motivos de Dostoyevski, de Tolstoi y hasta de Woody Allen.

En conclusión: Ensayo de Orquesta es un libro redondo, muy bien estructurado, que nos muestra a una autora con un sentido profundo de lo literario. No extrañará a nadie que el libro haya sido premiado por un jurado que es, también, de primer nivel: Claudia Berrueto, Verónica Murguía y Gonzalo Vélez. Lanzado al alimón por la Secretaría de Cultura de Coahuila y la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal (representada por el Programa Tierra Adentro), el premio Nacional de Cuento Breve Julio Torri se consolida así como uno de los certámenes de narrativa más codiciados de nuestro país. Por cierto, ayer se dieron a conocer los nuevos premios de literatura Joven de Tierra Adentro, de los que hablaremos pronto. Baste adelantar que el programa vive hoy uno de sus mejores momentos.

Leer más de Espectáculos

Escrito en: El síndrome de esquilo

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Espectáculos

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1471647

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx