Al límite
Cada día se hace más palpable la incapacidad del gobierno para frenar el estado de violencia, rapiña y criminalidad del país. Los gobiernos de los estados están totalmente desconectados del mando federal, para bien o para mal. EPN tiene sólo migajas de su poder, el desgaste de su gobierno es visible, desde septiembre a diciembre será una laguna honda y profunda en el mando nacional, estará acéfalo. Mientras, el estado de paz social y seguridad habrá llegado o ya está en casi estado de preguerra. El número de asesinatos, saqueos y pillaje es enorme en ciertas regiones del país.
Lo anterior tiene sus causas, entre ellas: 1.- el total abandono o inexistencia de relación o coordinación entre el Gobierno federal y los estados, debido a pugnas partidistas o electorales; antipatías entre gobernadores, alcaldes, etc. 2.- la creciente capacidad de infiltración del crimen organizado que todo lo compra 3.- la carencia de un cuerpo de inteligencia nacional de probada impenetrabilidad.
Urge un mando único en ciertas regiones y la capacidad legal para actuar bajo la logística del cuerpo de inteligencia que no venda la información como hasta ahora se hace. Una suspensión temporal de garantías en ciertas regiones podría ser el único recurso legal que tal vez pueda parar la oleada de criminalidad abierta a todo esto que ahuyenta a la ciudadanía, negocios, y sobre todo desarrollo y tranquilidad en amplias zonas de la geografía nacional.
Tremendo paquete le espera al nuevo gobierno. Esto es el resultado de la compra del voto y de la partidocracia que se adueño del espacio de poder que antes tenía la Presidencia de la República, muchas facultades metaconstitucionales que hoy se repartieron golosamente los gobernadores, digo caciques, de los estados. El poder judicial tal vez, peor de corrupto que el ejecutivo, no ofrece ninguna garantía; los penales y los juzgados son ubres que dan ganancias inimaginables. Ese es el panorama de nuestra miseria actual.
El congreso será la arena en donde se negociarán las salidas chuecas o derechas a esta situación que hoy es sin dudas la más dolorosa, salvo las intervenciones extranjeras del pasado.
Las ONG y en general la sociedad civil es el personaje que podrá presionar a una clase política llena de lepra y pus que deambulará el rincones para encontrar un nuevo amo cambiante y con escasa solidez para llevar él solo una reforma valedera.
Miguel Ángel Hernández
Torreón, Coahuila.
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¿Hay México?
Cuando dejaremos de pensar que cada seis años se vuelve a levantar este país. Muchas ilusiones al principio, luego se ve que el país no va por el rumbo que muchos esperaban, que las promesas se quedan en eso; para finalizar con un desencanto y volver a esperar que vendrán “tiempos mejores”... y nada.
La desgracia de este país es que no se puede mantener de pie por más de 2 años y nos volvemos desorden y caos. Ojála podamos ver un cambio, pero no sólo por un candidato, sino porque queremos llegar a un punto real de prosperidad. De lo contrario volveremos otra vez en nuestro país tan frágil y casi inexistente.
Tomás Fernández
Torreón, Coah.
