Popular. Con una estampa de dandi y sin ocultar su vanidad, Tom Wolfe se convirtió en un transgresor y partícipe de una corriente que revolucionó el periodismo.
YOHAN URIBE
El Siglo de Torreón
Junto a Truman Capote y Gay Talese, el periodista y escritor estadounidense Tom Wolfe, quien falleció esta semana, fue un transgresor de las corrientes que predominaba en su época. Su estilo marcó el inicio del nuevo periodismo en los años sesenta, y sus obras siguen siendo tan vigentes como necesarias.
Aun en la era de las redes sociales y la inmediatez de la información, el llamado "nuevo periodismo", que tanto perfeccionó Wolfe, sigue seduciendo en las escuelas de periodismo de casi todo el mundo.
Su inconfundible elegancia lo llevó a ser considerado todo un dandi. De gran conversación, una cultura amplia y un lenguaje impecable. La ironía y el humor negro, fue llevado por el norteamericano incluso en los temas de política que abordó en sus textos.
Para entender su estilo en la ficción, recomendamos tres de los libros más leídos y estudiados del padre del "viejo", nuevo periodismo, Tom Wolfe, tan incitador, y provocador, como académico al mismo tiempo.
El nuevo periodismo. Una serie de ensayos donde el autor realiza desde una revisión de la novela realista de inicios del Siglo XX, hasta la necesidad de sumergirse en los temas que el periodismo había mantenido alejado, por derecho natural, incluso en las preguntas.
La Hogeura de la vanidades. En su estreno en la ficción, la obra fue considera como la novela de Nueva York. Una acuarela del mundo de las altas finanzas, los restaurantes de lujo, al lado de los suburbios alejados de Harlem y sus mafias.
La palabra pintada. Con una prosa hilarante, el escritor reflexiona sobre los absurdos del arte moderno y sus discursos revolucionario. Divertida y sagaz, en su obra no se escapan los críticos ni los galeristas, como tampoco algunos pintores.
Cortesía
Una pluma inigualable
En sus inicios fue colaborador de The Washington Post, Enquirer y New York Herald. Luego exploró nuevas formas de narrativa periodística que le abrieron el camino a ese "nuevo periodismo", en el cual se dio el lujo de inventar palabras y hasta popularizar frases como "good old boy", "radical chic", "Me Decade", y "pushing the envelope", escribió desde el punto de vista de sus personajes y llenó sus textos y artículos con elipsis, itálicas y signos de admiración.
La puntuación hiperbólica y el uso histriónico de las onomatopeyas fueron su forma de narrar la vida en textos prolijos en detalles, la cual es adorada en las facultades de periodismo, donde "El nuevo periodismo" sigue siendo un manual de referencia.
Otras obras
Tom Wolfe fue además autor de:
⇒ Todo un hombre.
⇒ Soy Charlotte Simmons.
⇒ Ponche de ácido lisérgico.
