Los desvíos de fondos son una practica común de los hackers bancario. (Especial)
En el mundo del hackeo muchas cosas son posibles, desde robar una contraseña de Twitter o Facebook hasta sustraer dinero de una cuenta bancaria sin que la víctima se dé cuenta.
Lo anterior cobra relevancia considerando que desde el 27 de abril el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) tuvo inconvenientes para operar al 100 por ciento y debido a ello por lo menos 400 millones de pesos fueron transferidos a cuentas no autorizadas.
Si tienes una tarjeta, fondo de ahorro o dinero en el banco, seguramente te interesará saber ¿Qué puedes hacer para no ser víctima de los hackeos?
Para las claves de tarjetas y cuentas, procura utilizar siempre y en todo momento claves de acceso donde mezcles números, letras y símbolos diferentes. No emplees palabras o bien cifras de público conocimiento o simples de adivinar como tu cédula/DNI, dirección o tu fecha de nacimiento.
No dejes que absolutamente nadie utilice tu nombre de usuario, ni conozca ninguna de tus claves bancarias. Cámbialas de forma periódica y nunca dejes las claves de acceso escritas y/o al acceso de empleados, familiares o extraños.
No reenvíes ni abras cadenas de correos nunca. Son cosas del pasado y al día de hoy son peligrosas.
No ingreses en mensajes de correo de “quién te suprimió de Messenger”. Esta es una forma común de hacer phishing para hackear tus claves de acceso al banco.
No prestes tus cuentas de banco corrientes a personas que no sean de tu plena confianza. Evita problemas de este tipo.
Ante cualquier anomalía, movimiento no autorizado o dudas sobre el hackeo de tu cuenta, debes llamar inmediatamente a tu banco.
