La infraestructura ciclista es relegada

La inversión en infraestructura ciclista durante los años 2013, 2014 y 2015 en la Zona Metropolitana de La Laguna fue nula, mientras que un 87 por ciento se destinó a infraestructura vehicular, de acuerdo al diagnóstico de inversión en movilidad en las zonas metropolitanas de México 2011-2015, hecho por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés).

Eduardo Holguín, director del Instituto Municipal de Planeación y Competitividad de Torreón (Implan), consideró que debe existir un equilibrio y mayor apoyo a la movilidad activa, a fin de beneficiar a los demás formas de transporte, pues prácticamente se ha diseñado la ciudad para el automóvil, dejando de lado la a peatones, ciclistas, el transporte público, etc.

Según datos del Implan, Torreón cuenta con ocho vialidades con infraestructura para el uso de la bicicleta, de diferente tipología, con un total de 21 kilómetros de longitud.

Sin embargo estas vialidades no cuentan con las condiciones óptimas, ya que algunas de ellas tienen deficiencias en cuanto a la señalización horizontal, la señalización vertical es escasa o inexistente y las condiciones de la superficie de rodamiento son malas y presentan dificultades para los ciclistas, de ahí que llegan a presentar riesgo de accidentes para los usuarios.

En este sentido, se propuso el Plan de Movilidad Activa como un instrumento de planeación estratégica para la movilidad activa (o no motorizada) que propone acciones, proyectos y programas para hacer políticas públicas específicas para los modos no motorizados.

El documento indica que esto requiere de infraestructura, seguridad vial, programas de fomento y educación, así como la normatividad técnica y legal.

En términos de la infraestructura, se propone un plan de corto, mediano y largo plazo de construcción de una red interconectada de infraestructura (ciclista y peatonal); infraestructura de accesibilidad universal (rampas, cruces, semaforos, señalética); manuales y criterios técnicos de diseños basados en normas internacionales y lineamientos adaptados a la realidad local; proyectos puntuales de cruceros peligrosos; red de bici-estacionamientos con con visión intermodal; sistemas de bicicleta pública.

Dentro de los programas de fomento y educación, se contempla la capacitación y educación para todos los sectores; campañas de difusión y fomento de Movilidad Activa; convenios y talleres con escuelas y universidades; capacitaciones a funcionarios públicos y operadores de transporte público; manuales de uso de modos activos; foros y talleres para participación ciudadana.

Para la seguridad vial, el Plan de Movilidad Activa considera necesaria la implementación de la agenda Visión Cero; intervenciones en cruceros peligrosos; acciones de pacificación del tránsito; diseño y difusión de reglamentos; infraestructura con la seguridad como eje rector de diseño.

En cuanto a la normatividad, se requiere la homologación de reglamentos a nivel metropolitano en materia de movilidad; diseño de normas oficiales a nivel municipal para infraestructura peatonal y ciclista; normativa legal con perspectiva incluyente para todos los modos.