A contrarreloj. El peso argentino muestra una constante devaluación, mientras las autoridades negocian con el fondo.
El dólar volvió a dispararse en Argentina y ya cotiza a 23,70 pesos, una cifra récord desde que Mauricio Macri llegó al poder que aviva la incertidumbre del futuro económico del país, mientras se negocian contra reloj créditos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos multilaterales.
La moneda nacional, devaluada abruptamente en las últimas dos semanas por la fuerte subida de tasas en Estados Unidos y la consecuente fuga de capitales hacia allá, llegó este viernes a sus horas más bajas -un dólar se vendía a mediodía a más de 24 pesos- y solo una nueva venta masiva de dólares por parte del Banco Central frenó la tendencia al cierre.
Esta crisis cambiaria, con final incierto, ha puesto contra las cuerdas la economía argentina y ha incrementado el nerviosismo de una sociedad atada a un peso con un valor ya de por sí en caída libre por la inflación, que el Gobierno Macri ha logrado morigerar pero no frenar: en el primer trimestre los precios subieron un 6.7%. Con la vista puesta en los mercados y para terminar una semana laboral marcada por la decisión del Ejecutivo de negociar créditos con el FMI, el BM, el BID a las afueras de Buenos Aires, fue hoy un hervidero de reuniones con el jefe de Estado a la cabeza.