Un ‘Chucho’ muy Guerrero

Fue un día 1ro. de mayo cuando vio por primera vez la luz Christian Rogelio Benítez Betancourt, exjugador ecuatoriano de Santos y América en México, por lo que hoy abrimos el Baúl de los Recuerdos para revivir su historia.

Nacido en Quito, el hijo de Ermen Benítez y Rita Betancourt fue apodado ‘Chucho’ debido a una declaración que hizo tras compararlo con su padre, quien también fue jugador de futbol, y con el que no llevaba la mejor de las relaciones.

“Prefiero me digan chucho (perro en Ecuador) a que me digan Pantera (apodo de su padre), no llevo una buena relación con él”, argumentó en una entrevista para medios de su país en aquel entonces.

Desde muy pequeño, Christian comenzó a mostrar dotes de ser un pequeño que nació para el futbol, firmando su primer vínculo a este deporte con El Nacional de su país con apenas 12 años, equipo que lo puso en la mira de todos en el continente al ganar los torneos locales con el atacante como figura.

Fue en 2007 cuando el Club Santos le abrió las puertas para un nuevo reto fuera de su tierra, llegando como una promesa y consolidándose dentro de la Liga como uno de los delanteros más rentables del futbol mexicano, algo que le valió para ser fichado por el Birmingham City inglés.

Tras un breve paso por la Premier League, el atacante decidió volver al club lagunero con quien, alternando en altibajos, logró recuperar su nivel y demostrar quién era realmente como delantero, haciendo que América lo convirtiera en el fichaje más caro de la Primera División de México cuando lo adquirió.

En su primer temporada con los azulcremas, Christian desquitó todos y cada uno de los 10 millones de dólares que el cuadro capitalino pagó por su adquisición marcando 22 goles en 39 apariciones con la camiseta del América; para su siguiente año, el ‘Chucho’ fue más determinante con 30 dianas en 46 cotejos, además de lograr el campeonato ante Cruz Azul en 2013.

Fue así que Christian Benítez decidió emprender una nueva aventura en tierras lejanas, fichado por el El-Jaish catarí, con quien apenas pudo disputar un sólo partido antes de su repentino fallecimiento debido a una falla cardiaca provocada por una peritonitis mal atendida, según familiares y amigos.

Al día de hoy, la estatua de Christian Benítez que fue develada en 2014 rinde homenaje a una de las más grandes estrellas que ha pisado los campos de la liga mexicana, dejando huella en todos aquellos compañeros, rivales y aficionados que tuvieron el privilegio de ver, gritar y cantar sus goles.