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Crónica Gomezpalatina

Los trovadores gomezpalatinos de la Plaza Juárez

MANUEL RAMÍREZ LÓPEZ

Durante muchos años de mi existencia, he vivido muy cerca de la Plaza Juárez, y en todo ese tiempo, he tenido la fortuna de ser testigo de vista, de múltiples acontecimientos de la vida cotidiana de mi amada comunidad gomezpalatina, desfiles, peregrinaciones, manifestaciones, actos públicos, artísticos y culturales, protestas, verbenas, colectas y presentaciones artísticas, teniendo en consecuencia la frecuente asistencia de los habitantes a la plaza, por lo general acompañados de sus familiares en especial los más pequeños, que llegan ávidos de disfrutar de los atractivos diversos y de las golosinas que les permite adquirir su modesta economía, en el espacio dominical o en los días feriado en que están libres de sus obligaciones escolares. En las últimas décadas del siglo anterior y en los años transcurridos de la actual centuria, ha sido muy notable la presencia cotidiana de la gente adulta divirtiéndose en las bohemias populares, donde se presentan los cantantes aficionados, muy bien presentados, animosos y alegres, todos con la ilusión de pasar un buen rato y agradar a la concurrencia, olvidando momentáneamente las problemáticas personales y dejando guardadas en casa las penas, las enfermedades y hasta los años, para divertirse y añorar los gratos y tristes recuerdos de cada quien por medio de las canciones preferidas que interpretan nuestros trovadores, damas y caballeros, que haciendo gala de las tonalidades de sus voces, nos deleitan con su variado repertorio y género musical, en un amable ambiente de cordialidad, convivencia y respeto.

En pláticas frecuentes entabladas con mi muy estimado amigo Toño Moreno “El Grande de la Canción”, le solicité su apoyo para iniciar algunas crónicas sobre esa hermosa costumbre del canto popular en el jardín principal de nuestra comunidad, que sé perfectamente que adolecerá de omisiones en nombres y datos de personajes igualmente importantes que los que ahora mencionamos, disculpándonos de antemano por la falla involuntaria y haciendo la más cordial y respetuosa invitación para que las personas conocedoras del tema nos aporten los datos que tengan al respecto, a fin de tratar de integrar una memoria más completa de nuestros artistas anteriores y actuales, para hacerles justicia e incluirlos en esa honrosa lista y de ser posible, en el tercer tomo de los cuadernos de historia de la música que tiene en proceso la revista de la Crónica Municipal de Gómez Palacio.

En algunas versiones se menciona que el origen de estas evocadoras jornadas fue cuando algunos de los aficionados a la trova empezaron a reunirse alrededor de algunas de las bancas de nuestra plaza de armas, para rasguear las guitarras y entonar sus voces en las melodías de su preferencia, sin más requisito que el deseo de participar, cada quien interpretaba sus temas procurando hacerlo de la mejor manera posible a fin de ser tomado en cuenta y ganarse un sitio en la preferencia del grupo inicial. Gradualmente empezaron a organizarse, con la finalidad de darle formalidad a las reuniones y allegarse adeptos a las bohemias, mismas que también poco a poco se fueron fortaleciendo y adoptando el nombre con el que se les conoce e identifica.

Una de las más activas en la difusión de esos eventos de canto y promotora de talentos artísticos, desde los años de 1997, fue la conocida y estimada señora Victoria Castro Amaya “La maestra Vicky” como le conocemos coloquialmente, aparte de ser llamada en ese medio como “La Estrella de Durango”. Siempre se ha caracterizado por su apoyo a las bohemias, tanto en la Plaza Juárez como en otras instituciones, destacando por su entusiasmo y espíritu voluntarioso, ya que después de laborar como responsable de actividades de arte en la Casa de la Cultura de Lerdo, se da el tiempo necesario para dedicarlo a sus grupos de canto. Ella durante su extensa trayectoria ha recibido numerosos reconocimientos como el que le otorgó la Asociación de Periodistas de Coahuila y Durango presidida en ese entonces por el señor Isaías Solís Maldonado. Recordamos que al igual que ella fueron pioneros: Donaciano Juárez, Mario García Rivera, Agustín Moreno, Pepe y Arturo Silva, Humberto Palacios y Pedro Palacios, Altagracia Quintana “La Perla de la Laguna”, Aarón Carreón “El Pavo Norteño”, Javier Ramírez “El Aventurero”, Socorrito Adame “Paquita Lagunera”, el inolvidable José Alberto Camacho “Camachito”, los Duetos: Esperanza” y Tarango”, Juanito González y otros más. Recordando con afecto y cariño a los que ya adelantaron su viaje eterno, Pepe García, Leandro Valles, Goyo Vargas, Fernando Díaz “El lonchero”, Eduardo Gutiérrez. Chelito Soto. Raúl Requejo, Celia Escalante, Pepe Chacón “El Araucano” y Natividad Fraire “La Tejana”.

Siguió los pasos de la maestra Vicky, la Sra. Lourdes Torres, con otra bohemia y además algunos de los cantantes formaron sus propios grupos de promotores de talentos y se presentan actualmente con la misma constancia y dedicación en el ya citado escenario público, ellos son: Elizabeth Ramírez con “Arca de Noé”, Yohan Pedro Palacios, con “Amigos de Yohan”, Socorro Adame, Aarón Carreón, “Altagracia Quintana con “México Canta Así”, Rogelio Estrada con “Grupo Universal” y Jesús Ramos con “Bohemios de corazón”, Marilú y Julián Carrillo. Los mencionados son titulares y cantantes a la vez, con sus compañeros: Profesor Rodríguez, Antonio Moreno, Joaquín Yorens”, Toño Medina “El trailero”, Dueto Atardecer, Cuquis de la Rosa, Eloy Méndez, Abel Torres, Ángel Aguilar, Lupita Villa, Lalo Domínguez, Lico “Príncipe” Rojas, Manuel Adame, Pilar Camacho, Humberto Palacios, Fernando Díaz “El Alazán”, Lino Montes, Chavelita, Humberto Soto, Miguel Calderón, Emilio Aguilera, Abel Domínguez, Rosa Isela Perales y Javier Zavala, cada uno en su género musical.

Esta renovación permite la actualización de los cuadros de cantantes locales y asegura que haya un lugar para cada una de las personas interesadas en la continuidad de esta tradición musical, dándoles ocasión para demostrar su afición y su talento, como ha sido el propósito de aquellos que empezaron con esta alegre costumbre hace ya muchos ayeres. Contribuyendo con su participación a forjar un panorama ideal para resaltar los valores de esos pregoneros culturales, que, así como demuestran su entusiasmo a través del canto, han contribuido a convertirse en un símbolo de la comunidad y ejemplo para la sociedad al ocuparse en actividades positivas y bellas. Actualmente tenemos afortunadamente a “Pablito Lira y sus amigos” que cuando se presentan abarrotan los teatros, en generoso homenaje permanente a “la Reina de la Canción Ranchera Lola Beltrán, Lola la Grande” como la conocía todo México. También los sensacionales cantantes, activos actualmente en el terruño, Nadia del Rivero como solista, y en dúo con su esposo Marco Polo Rojas.

Tenemos con esos personajes, gratos motivos y ejemplos de tenacidad y disciplina, para enorgullecernos de los galardones obtenidos por los artistas paisanos señalados en este cuadro de excelencia, sus brillantes carreras nos deben motivar a luchar por alcanzar metas de superación, aún a costa de enormes esfuerzos, ¿y si no todos tenemos esas asombrosas capacidades y solamente nos anima el canto para dar salida a nuestros mejores sentimientos?, sigamos adelante disfrutando de esos momentos espirituales y placenteros que nos benefician y satisfacen, pues constituyen un remanso de recuerdos y felicidad permanente. Ojalá que nuestros cantores y músicos nos continúen brindando esas enormes satisfacciones, deleitándonos el oído y gozando a su vez del cariño y del aplauso del público, siempre pendiente de sus presentaciones en nuestra plaza principal, ya convertidas sus actuaciones como parte de nuestros símbolos de identidad gomezpalatina.

Bella tradición y costumbre que refleja el carácter alegre y optimista de nuestros habitantes, que, con sus actuaciones, nos dan momentos de tranquilidad, fomentan la convivencia y nos hacen refrendar los lejanos tiempos donde ese paseo era el lugar favorito de las familias para relacionarse y compartir experiencias. No se quedan atrás, bailadoras y bailadores, que semanalmente se dan cita en el citado jardín para disfrutar de los ritmos de su preferencia y al compás de la música volver a vivir sus ensueños. Tal vez se ha perdido algo de gracia y mucho de agilidad en sus desplazamientos, pero las sensaciones y los sentimientos están todavía a flor de piel y liberando los complejos y olvidando las dolencias, de pronto los vemos prodigarse en los giros y movimientos, aportando vitalidad y entusiasmo a esos corazones todavía pletóricos de gozo e ilusiones.

Qué maravilla que podamos disfrutar de estas sencillas manifestaciones de nuestra comunidad gomezpalatina, que, en pleno ejercicio de sus voluntades y aficiones, nos permiten compartir esos hermosos momentos que forman parte de su vida, de su hermandad y solidaridad, donde la convivencia les da motivos de unidad, de armonía y esperanza, para continuar su camino con optimismo “a la vista de todos en nuestra Plaza Juárez”. Ojalá que tengamos la oportunidad de frecuentar este lugar tradicional y acercarnos a los espacios que corresponden a los trovadores, sobre todo ahora que tenemos encima la temporada calurosa, disfrutando del ambiente artístico y del fresco de la noche, ya convertidos todos, participantes y escuchas, en parte integral de las bohemias populares de Gómez Palacio.

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