En los últimos meses, ´México ha reafirmado su apuesta hacia la integración económica en el mundo. Sin embargo, en todo este tiempo no se ha planteado o mejor dicho replanteado qué es lo que se está haciendo mal, ¿por qué el país no consigue crecer?.Tal vez será que hay muchos punto internos que están completamente rezagados con relación al escenario mundial.
Como parte de la estrategia de integración económica de México con el mundo se logró la actualización del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (TLCUEM) después de que en enero de 2013 ambas naciones acordaran la renovación del acuerdo, en él se busca incrementar los flujos comerciales, elevar la cooperación técnica y científica para beneficio de ambas sociedades.
Además, se pretende facilitar el comercio agroalimentario e incluir aspectos novedosos de comercio electrónico y propiedad intelectual, el nuevo formato comercial entrará en vigor a partir del año 2020.
Dentro de esta estrategia exitosa también se logró ratificar por parte de la Cámara de Senadores el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP-11) que representará para México aproximadamente 157 millones de consumidores potenciales y seis nuevos mercados y dará al país su treceavo acuerdo comercial. Como se recuerda el primer acto del presidente electo Donald Trump fue abandonar este acuerdo tras cinco años de negociación previa. Pero el 12 de abril del presente año, Trump dio la orden de estudiar la posibilidad de regresar al TPP-11 por parte de Estados Unidos, sin embargo, días después volvió a desistir.
En medio de estas contradicciones el presidente norteamericano da una declaración interesante cuando reconoce que prefiere los acuerdos bilaterales, el dicho es fácil de entender si se considera que para Estados Unidos su poder negociador se multiplica al sentarse a la mesa con un país y no con varios. Desgraciadamente, en el marco de la negociación del Tratado de Libre Comercio para América del Norte genera muchas dudas respecto a la intención de lograr el acuerdo, ya que la declaración deja abierta la posibilidad de que Estados Unidos pueda aún optar por acuerdos por separado con México y Canadá.
Para el secretario de Economía Ildefonso Guajardo el avance del TLCAN está entre 70 y 80 por ciento debido a que aún hay temas complicados pendientes, pero, podría estar el 99 por ciento de avance, pero si no se da ese último uno por ciento, pues no habrá TLCAN, cualquier declaración de Trump podría revertir los avances, pero aún mas importante, cualquier cambio en el humor del presidente podría acabar con el acuerdo.
A pesar de los logros del TPP-11 y el TLCUEM la incertidumbre en México es alta, por más que nuestras autoridades se esfuercen en anticipar los éxitos de la negociación del TLCAN, esta incertidumbre y un reflejo de ello es el comportamiento del tipo de cambio, y tampoco cede por el alto grado de dependencia con los vecinos del norte; si al margen de la estrategia de firma de acuerdos comerciales México pudiera desarrollar una estrategia complementaria de diversificación económica se tendrían más herramientas para enfrentar el futuro.
De hecho el embajador de China en México Qiu Xiaoq, criticó que aun y cuando nuestra nación es quien tiene más tratados comerciales firmados en el mundo, no se tiene un convenio con China, la segunda economía más importante; en sus declaraciones el embajador también dijo no entender por qué México no avanza en esta dirección e invitó a los empresarios mexicanos a quitarse el miedo y hacer negocios con su país, que está particularmente interesada en las Zonas Económicas Especiales y tiene una experiencia de 30 años en el tema.
No se puede perder de vista que en los últimos años el país asiático ha fortalecido su política de apertura comercial y está a favor del multilateralismo.
De hecho en un pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI) se espera que al cierre de 2018 China supere a México en el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, cuando alcance los 10 mil 88 dólares y México llegue a los 9 mil 723 dólares, diferencia derivadas del 10 por ciento de crecimiento promedio de una economía durante más de 20 años y de un 2.6 por ciento promedio de otra. ¿Qué sucedió en China durante estos años y en México no?
En 2006 el premio nobel de economía Joseph Stiglitz recomendaba a la economía mexicana adoptar un modelo de desarrollo similar al de China e India que prefirieron fortalecer su inversión en infraestructura y educación, así como promover el empleo, el economista consideraba ya en aquellos años que la estrategia alternativa de desarrollo que funcionaba en Asia podría funcionar en México.
México debe aumentar la inversión en capital humano, fortalecer el sector público con instituciones eficientes, invertir en investigación y desarrollo tecnológico, mejorar el acceso al crédito para las micro y pequeñas empresas, fortalecer el mercado interno y crear proyectos de inversión en infraestructura, aéreas de oportunidad significativas en México; si decidiéramos explorar estas rutas se podría desarrollar un nuevo paradigma económico, siempre y cuando se mantengan las premisas de un entorno de libre mercado, democracia, gobernanza y competencia internacional.
