UN BREVE COMENTARIO SOBRE LOS RESENTIMIENTOS
Seguramente en algunas ocasiones nos hemos sentido intensamente enojados, molestos, temerosos, o tristes, después de haber experimentado una decepción fuerte con algún familiar, amistad, o relación interpersonal de importancia. Una reacción posiblemente como resultado de haber experimentado injusticia, maltrato, insulto, o rechazo. Con el tiempo y cierto grado de aceptación somos capaces de controlar la expresión de la emoción, sin embargo la decepción, el enojo, tristeza, el despecho, o quizás odio permanece. Para aquéllos que trabajamos en el campo de salud mental llamamos a esta respuesta resentimiento.
El resentimiento es una emoción similar al enojo y el despecho con la diferencia que las dos últimas son expresadas de manera mas abierta y agresiva, mientras que el resentimiento es internalizado, o no se expresa muy abiertamente. Es una amargura emocional como resultado de sentirse tratado de manera injusta. Generalmente es dirigida hacia gente con quienes tenemos cierta cercanía por ejemplo la pareja, un familiar, una amistad, un jefe o compañero de trabajo. Causas comunes de resentimiento pueden ser humillaciones públicas; falta de reconocimiento; traiciones; envidias o celos; rechazo, ser ignorado, o indiferencia de una persona a quien queremos, o grupo donde queremos ser parte. La expresión del resentimiento muchas veces se presenta en forma de comunicación sarcástica, indiferencia, falta de interés, odio y hostilidad sobre la persona con quien se tiene el resentimiento. Muchas veces este resentimiento puede durar por mucho tiempo debido a la dificultad de perdonar a la persona resentida. En grados extremos este resentimiento puede causar violencia.
La amargura que la persona resentida siente puede ser una emoción muy destructiva ya que la persona reprime enojo o rabia, quizás por un periodo largo de tiempo, y puede consumirla psicológicamente, generalmente en forma de estados de ánimo depresivos. En grados extremos, cuando esta amargura persiste por un periodo largo de tiempo sin alguna resolución, la persona se puede transformar en un carácter negativo, pasivo-agresivo, destructivo, quizás con necesidad de venganza y violencia. Algunos que viven a alrededor de este individuo lo identifican como una "persona amargada", y como alguien temperamental, explosivo, controlador, temeroso.
Una perspectiva popular sobre una persona resentida, de la cual no estoy de acuerdo, es aquella donde se cree que vivir resentido es ser una persona de "carácter moral fuerte, quien sabe cómo respetarse a sí mismo, y quien no va a permitir que otros dañen su orgullo y dignidad". Cierto, no hay duda que tenemos la necesidad de ser tratado dignamente y con justicia. Pero la euforia que la venganza provee es temporal y no necesariamente resolverá la ansiedad y depresión que la persona resentida ha sufrido por varios años.
José, ha estado distanciado de dos de sus hermanos debido a un desacuerdo relacionado con las pertenencias que su padre había dejado después de su fallecimiento. El padre nombraba a los dos hermanos con quienes José está distanciado como los beneficiarios principales, dejando a José fuera del plan. José se había sentido traicionado y tratado injustamente por parte de ambos, su padre y sus hermanos. José cree firmemente que sus hermanos habían convencido al padre de modificar el testamento. El resentimiento que tiene en este momento no le ha permitido comunicarse con sus hermanos. Cuando menciona sus nombres lo hace con sarcasmo, hostilidad e insultos.
De acuerdo a José el haber sido traicionado fue un "acto inmoral y una falta total de respeto", así que no tiene interés de perdonarlos ni relacionarse con ellos. Uno de sus hermanos ha hecho intentos de reconectarse, pero José lo ha rechazado. José refleja el caso de una persona herida emocionalmente debido a la sensación de haber sido tratado injustamente por su propia familia. Para él la solución fue desconectarse completamente de sus hermanos.
Según José la reacción hacia sus hermanos es simplemente una defensa de sus valores morales, y dignidad en general. Desconocer a sus hermanos para el significa "estar a mano", y punto. El no ha reconocido que su resentimiento lo esta consumiendo ya que el enojo, tristeza y despecho en general aun están presentes. Primeramente, José necesita reconocer el impacto de su resentimiento no solo en la dinámica familiar, sino también en su propia salud mental. Luego aceptar el ofrecimiento de sus hermanos a comunicarse e iniciar una conversación, y considerar el perdonarlos como una opción viable. La presencia de una persona entrenada o confiable que pueda mediar el dialogo es recomendable.
El resentimiento puede ser corrosivo y hace nuestras relaciones muy difíciles. Es posible resolverlo? Probablemente. Existen maneras o técnicas para su solución? Por supuesto. Gracias por su interés en este artículo.
Por: Mtro. Francisco Pineda
