Operadora de la principal empresa de telefonía en México hasta la nacionalización decretada por el presidente Adolfo López Mateos, la empresa sueca Ericsson se va del país. En el preámbulo se ha despedido a 60% de su planta de ingenieros. La proa se enfila a la India.
A la constitución de Teléfonos en México la firma le dio vuelta al timón para enfocarse como proveedor de tecnología y equipos para compañías de telecomunicaciones.
A la vez se creó el llamado Tecnoparque Ericsson en la zona de Azcapotzalco, que en su mayor auge llegó a tener una nómina de 3 mil ingenieros en cinco aéreas.
De éstos, sólo quedan mil 200.
La firma ha perdido contratos y posibilidad a los últimos meses. Así, la empresa Sprint no le renovó uno que venció en febrero del año pasado, lo que obligó a cancelar 600 plazas.
Ericsson había abierto un centro de atención frente a los requerimientos de la contratante.
La razón esgrimida por la firma estadounidense fue que le había prometido al presidente Donald Trump repatriar 5 mil empleos.
En paralelo, Altan Redes desechó la posibilidad de incorporar a Ericsson como socio tecnológico para la red compartida de la banda de 700 Megahercios.
Los proveedores seleccionados fueron Huawei y Nokia.
La primera, de origen chino, también se convirtió en la principal proveedora de AT&T México.
En paralelo a sus tropiezos en México, la compañía sueca sufrió descalabros a escala internacional que le produjeron en 2017 una pérdida operativa global de 2 mil 526 millones de dólares.
En enero pasado se anticipó que este año habría una caída global de 2% en la facturación.
Del otro lado de la moneda, Huawei cerró 2017 con una ganancia de 7 mil 300 millones de dólares, lo que representó un salto de 28%. Sus ventas globales equivalieron a 92 mil 500 millones de dólares, en este caso con un salto de 15.7%.
Desde el año pasado trascendió que Ericsson enfocaba sus baterías hacia la India.
De hecho, atiende desde el país asiático a operadoras que no anexan en su contrato una cláusula que exige la atención de ingenieros mexicanos o de la región.
Los casos más emblemáticos son América Móvil y Verizon.
Sin embargo, se afectaron también servicios que desde Tecnoparque se ofrecían a operadores de Sudamérica, con énfasis en Brasil.
En la pelea de las tres firmas globales, la sueca lleva la peor parte, dado que destinó en 2017 apenas tres veces menos que Huawei en materia de R&D, es decir, 4 mil 600 millones de dólares, frente a los 12 mil millones de la empresa china.
La firma europea Nokia destinó, a su vez, 6 mil millones de dólares.
En el último foro internacional sobre estándar para generación 5G, Ericsson envió a sólo 17 ingenieros, en tanto Huawei mandó 40, la coreana Samsung 41, Qualcom 30 y Nokia Network 18.
Al evento, celebrado hace un mes en Chenai, India asistieron 400 ingenieros de 176 compañías.
Digamos que entre el poderío chino y la obsesión de Trump de recuperar empleos le enrarecieron el panorama a la firma sueca.
Se va Ericsson.
BALANCE GENERAL
Señalábamos la semana pasada que las administradoras de fondos de ahorro para el retiro sancionados con mil 100 millones de pesos por la Comisión Federal de Competencia Económica seguían litigando en los tribunales para eludir la pena pecuniaria.
Sin embargo, uno de ellos, Principal, ya pagó.
Su multa fue la menor en el prorrateo, representando apenas 7% del global.
El pago se realizó de inmediato.
La intermediaria, sin embargo, había planteado que nunca modificó los esquemas de incentivos a la fuerza para paralizar traspasos de o hacia alguna Afore.
Su caso se investigó en seis meses, en contraste con el año y medio que se agotó con los otros tres.
Acusada con Afore XXI-Banorte, GNP y Sura de una práctica monopólica absoluta al coludirse para evitar o retrasar traspasos solicitados por la clientela, Principal se sostuvo en que nunca actuó contra el derecho de los trabajadores aportantes de migrar a otras intermediarias.
VOLARIS EN TURBULENCIA
Declarada ante los inversionistas de la Bolsa Mexicana de Valores una pérdida operativa de 354 millones 728 mil pesos en el primer trimestre del año, lo que representa 91.9 más que la registrada en el mismo lapso en 2016, las acciones de la línea aérea Volaris se colocaron en picada en su cotización el viernes pasado.
Su pérdida neta se ubicó en mil 118 millones de pesos.
El reporte justifica la debacle por la presión en el precio del combustible; cuyo costo por galón creció 8% y el decremento en el tipo de cambio del peso frente al dólar, también de 8%.
En paralelo, se habla de un "desafiante entorno de tarifas", lo que provocó una pérdida de rendimiento de 12.1%.
Durante el primer trimestre Volaris no incorporó aeronaves a su flota de 70, cuya edad promedio es de 4.8 años.
DEDOS EN LA PUERTA
Al margen de si finalmente no hubiera una condena penal contra el ex presidente y el vicepresidente de la Concanaco, Enrique Solana Sentíes y Ricardo Navarro, respectivamente, además de la directora de administración, Virginia Martínez, tras la revocación por parte del juez de Distrito, Marco Antonio Fuerte Tapia, de un no ejercicio a la acción penal dictada por un ministerio público, se coloca de espaldas a la pared a funcionarios de la Secretaría de Economía que habían negado cualquier irregularidad.
En el escenario está también el presidente del Instituto Nacional del Emprendedor, quien jura y perjura haber auditado el destino de los 51 millones otorgados a la cúpula mercantil para dotar de tabletas electrónicas a pequeños comerciantes.
De acuerdo con denunciante, el presidente de Nueva Visión, Juan Carlos Pérez Góngora, en el escenario hubo una ganancia para los implicados, incluyendo el ex vicepresidente Juan Carlos Martínez Domínguez, dado que los aparatos se vendieron en 5 mil 806 pesos, cuando su costo de mercado era de 2 mil 400.
El togado que atendió la audiencia de inconformidad ordenó integrar al expediente un dictamen técnico suficiente para determinar que hubo sobreprecio y, sobre todo, beneficio económico para los presuntos.
