TE QUIERO
No me digas te quiero, demuéstramelo.
Me comentaba una señora que ella tenía una teoría del porqué el género humano quería mucho a los animales domésticos, y es que éstos se convierten a través del tiempo y con buen trato en nuestras mascotas preferidas, y son tomadas como parte de la familia, me argumentaba.
Y continuó diciéndome creo que Dios nos las mandó para sacar los sentimientos buenos que todos traemos, y que a veces nos es difícil demostrárselos a nuestros seres queridos que nos rodean como son papás, hermanos, primos, tíos y amigos.
Fíjese usted me terció, como hay personas que aparentan ser de carácter muy fuerte, y frente a su mascota se comportan como niños, les hablan, los acarician y hasta los besan. Y por eso me continuó diciendo, cuando yo recién conozco a una persona me fijo mucho en cómo ésta se comporta en la naturaleza, si cuida los árboles y las plantas y si trata bien a los animales, ya que por lo general estos sentimientos buenos los harán igualmente extensivos con el género humano.
Le decía que por lo general comparto su teoría, aunque me ha tocado ver algunas excepciones a la regla. Yo pienso y así se los hago saber a los dueños de mascotas que son muy querendones con ellas y muy expresivas, que los felicito por ser así pero les hago énfasis en que el cariño debemos también, y sobre todo demostrárselos a diario a las personas que nos rodean sean parientes o no, pues solemos pensar y decir no, él o ella ya me conoce cómo soy, y sabe que no soy muy expresivo. No nos equivocamos todos necesitamos a diario caricias, besos, cariños, muestras de aprecio y palabras de aliento que nos hagan sentir personas importantes y queridas, ya que todo este aprecio expresado por nuestros seres queridos hacia nosotros harán más liviano y llevadero nuestro día a día.
Y ahora, para terminar, una gota de filosofía: YO COMO SAN FRANCISCO DE ASÍS, REQUIERO DE MUY POCAS COSAS PARA VIVIR, PERO ESAS POCAS COSAS LAS REQUIERO MUCHO.
Por: M.V.Z. Miguel Dávila Dávila
