Google lanza App para cuidar niños

El 85% de los niños con acceso a Internet admiten que no le dijeron a sus padres que tuvieron acceso a contenido que los perturbó a una edad temprana, principalmente por miedo a que les quiten los dispositivos.

Por lo anterior es necesario que los padres controlen el tipo de contenido al que pueden tener acceso los menores. El reto, de acuerdo con Lina Ornelas, jefa de Políticas Públicas y Relaciones con Gobierno de Google, es que pocos saben que es posible generar controles en los dispositivos móviles.

Es por eso que Google ha decidido lanzar la aplicación gratuita Family Link, la cual permite que los menores de 13 años utilicen un dispositivo móvil en un entorno seguro, acompañados de sus padres durante su actividad en línea hasta que alcancen madurez para administrar aplicaciones por sí solos.

Con esta app, los padres pueden configurar los dispositivos Android de sus hijos. Al crear una cuenta de Google para menores de 13 años podrán administrar aplicaciones, es decir, si el niño desea descargar una app se le notificará al tutor y se pedirá autorización. Otra función permite controlar el tiempo de uso y establecer horarios para que el equipo se apague y el niño no lo pueda utilizar más, aunque tendrá la opción de emergencia para comunicarse con el móvil de sus padres.

Sin embargo, el sistema no modifica las funciones de las aplicaciones por lo que sigue siendo tarea de los padres revisarlas para determinar si son apropiadas.

"No sólo es el tema de control, también vamos a generar una ciudadanía digital porque todos nuestros derechos y libertades los estamos ejerciendo en línea como el acceso a la información o derecho a la privacidad y protección de datos. Es por eso que creamos esta herramienta junto con los equipos de seguridad y privacidad de Google. Además estamos ayudando a los padres para que sepan, por ejemplo, los consejos básicos para navegar seguros", plantea Lina Ornelas.

Algunos de los consejos básicos para los padres e hijos incluyen hacer una contraseña fuerte compuesta de contrafrases, "si las personas piensan en una frase y después la traducen a lo que es una contraseña es muy difícil de que la lleguen a hackear y muy fácil de recordar", explica Ornelas.

Otro aspecto es explicar a los menores que las contraseñas no se deben compartir, pues estudios de organizaciones civiles y organismos internacionales han demostrado que los niños piensan que dar su contraseña es una prueba de amor.

Por último, los menores deben saber que su información personal es muy importante y por lo tanto deben decidir qué tipo de datos les proporcionan a las aplicaciones.