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El disco Voces de Iberoamérica, está conformado por doce piezas que cuentan con arreglos originales para la agrupación, realizados por su director artístico, Francisco Villegas, con los cuales se busca difundir la música iberoamericana de reciente creación.
Un registro de la música que ha formado identidad en nuestro continente, entre las que destaca Sensemayá, del compositor mexicano Silvestre Revueltas, que en la versión actual será concebida para interactuar con computadora, en una versión ecléctica del poema sinfónico.
“Suena igual a la versión orquestal, pero con la ayuda de controladores, cada uno con diferentes características, son sincronizados con la computadora y se graban pequeñas muestras que se replican y se crea todas las capas orquestales. Prácticamente somos el primer cuarteto de guitarras que hace algo así”, refirió Francisco Villegas.
Asimismo incorporan las piezas Antique suite del compositor estadounidense Ian Krouse, La danza ritual del fuego, parte de la obra Amor brujo, del español Manuel de Falla y una selección de tres tangos contemporáneos del compositor argentino Astor Piazzolla.
Por otro lado, se incluye una balada muy cálida llamada Agua y vino del compositor brasileño Egbert Gismonti y la pieza Musas y música del compositor español Agustín Castilla Ávila.
“Está conformada en dos movimientos, el primero titulado Preludio antes de la música, se interpreta sólo con los estuches de las guitarras. Se frotan, se raspan, se abren los seguros, se azotan, conceptualmente es interesante porque da la ilusión de que apenas comienza el concierto y los músicos se preparan.
Voces de Iberoamérica fue grabado en Victoria Records, uno de los estudios más reconocidos de América Latina ubicado en la ciudad de Monterrey y contó con el apoyo del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales.
