Freno. José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE asegura que hay mucho por hacer en desarrollo. (ARCHIVO)
La ayuda pública al desarrollo (APD) en los países más industrializados se estancó en 2017, al caer un leve 0.6 por ciento respecto al año anterior, hasta los 146,600 millones de dólares, según datos preliminares presentados hoy por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Este ligero declive se debe a la disminución de aportaciones para la acogida a refugiados, fruto de una atenuación de sus flujos en Europa, por lo que, excluido este factor, la ayuda pública al desarrollo aumentó un 1.1 %, detallaron los autores del informe. Los veintinueve integrantes del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE dedicaron en total un 0.31 % de su riqueza a planes de ayuda al desarrollo, aún lejos del 0.7 % fijado por la ONU y por debajo del 0.32 % de 2016.
"Hay algunos progresos, pero modestos", declaró el secretario general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, quien abogó por fomentar la ayuda por tratarse de un instrumento para dar "estabilidad y crecimiento incluyente" a los países en vías de desarrollo.
Gurría celebró la apuesta de países como Japón y Suecia, pues, destacó, han optado por aumentar las ayudas a las naciones "más pobres" (la mayoría en África), en detrimento de las de renta medio-baja.
En 2017, de los veintinueve países del CAD solo alcanzaron el objetivo del 0.7 % Suecia (1.02 %), Luxemburgo (1 %), Noruega (0,99 por ciento), Dinamarca (0.72 %) y el Reino Unido (0.70 %).
Sin embargo, Alemania ha caído por debajo de ese umbral en 2017, año en el que se ha situado en el 0.66 %. España, por su parte, figura entre los dieciocho países que han disminuido sus esfuerzos presupuestarios y se quedó en la parte media baja entre los donantes, al aportar un 0.19 % de su riqueza para programas al desarrollo.
POR CIENTO creció el apoyo para el desarrollo.