Columnas Social

Las palabras tienen la palabra

Aleluya por este compositor alemán

Cuando "Su Real Majestad" escuchó aquel canto bello e imponente, se impresionó tanto que se puso de pie, y hay quien dice que hasta se puso a dar saltitos de gusto. Como los súbditos tenían el compromiso de imitar al monarca, todo mundo se levantó y desde entonces en Inglaterra se quedó la costumbre de que cuando se interpreta esa pieza, aunque no sea el himno nacional de ese país, hay que ponerse de pie.

¿A qué canto nos referimos? Pues al Aleluya de Händel. Se cuentan algunas leyendas acerca de este músico alemán, historias que, aunque tal vez no sean muy apegadas a la verdad, tienen más sabor y cautivan con más fuerza al público lector que si se contaran con todo el rigor histórico.

Georg Friedrich Händel nació de un segundo matrimonio de su padre, quien a pesar de que el hijo desde niño mostró una gran disposición y talento musical, quería que estudiara para abogado. Por eso, a poco tiempo de que su padre murió, Jorge Federico se dedicó a la música full time, es decir, de tiempo completo.

Sus primeras óperas las escribió Händel en Italia, pero en 1713, cuando tenía 36 años, fue de visita a Londres y se quedó residiendo ahí por mucho tiempo. Por entonces, escribió una obra dedicada a la Reina Ana por su cumpleaños, la cual constituyó un gran éxito artístico y económico, por lo que decidió naturalizarse como ciudadano inglés e incluso le hizo una pequeña modificación a su nombre y pasó a llamarse George Frederick, equivalente sajón a su nombre original.

Un día, sus óperas empezaron a pasar de moda y Händel se fue quedando triste, enfermo, desahuciado y pobre, por lo que cayó en depresión. A pesar de que era un hombre profundamente religioso, cuenta la leyenda que un día, desesperado, le reclamó a Dios por qué permitía que él estuviera viviendo en tan precarias condiciones y que entonces recibió un rayo como respuesta y escuchó la voz del Ser Supremo que le decía: ¡Confórmate y di con fuerza tu palabra!

Entonces, se puso a trabajar como enloquecido, sin descansar, sin comer y sin dormir, día y noche, y el 13 de abril de 1742, estrenó el oratorio "El Mesías", realizado en sólo 23 días. En ese estreno, que se hizo a beneficio de obras de caridad, fue cuando el Rey se puso a dar brinquitos de gusto como chapulín al escuchar el coro.

Aleluya es una exclamación de alegría y regocijo que procede del hebreo, y según la versión que nos parece más probable, significa "Alabad a Dios".

El hecho es que, en tierras inglesas, se quedó la costumbre y hasta la fecha, cuando se escucha el coro de "¡Aleluya!", todo el mundo se pone de pie.

Escríbale a Juan Recaredo: [email protected].

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Ricardo Estrada: ¿De dónde viene el nombre de los cereales?

RESPUESTA:

De Ceres, que era la diosa de la agricultura entre los romanos.

Me retiro con esta frase: Lo que gobierna a los hombres es el miedo a la verdad. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

 LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA Por: Columna póstuma de Juan Recaredo

Leer más de Columnas Social

Escrito en:

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Social

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1447103

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx