Siempre es importante preguntar a tu Doctor.
La granola, desarrollada en 1863 por el Médico James Caleb Jackson, es un alimento popular que contiene cereales, nueces y pasas; algunas marcas comerciales incluyen pepitas, chocolates, almendras, ralladura de coco y pistaches. Las variaciones son diversas y dependen del gusto y las necesidades de alimentación de cada individuo.
Sin embargo, la mayoría de las granolas contienen trigo y avena, las cuales ayudan a una óptima digestión, incluso este último cereal reduce el colesterol. Una de las bondades de la granola es que te brinda gran cantidad de calorías, puesto que -para unir sus ingredientes- se añade miel de abeja, azúcares u otros tipos de productos que permiten que la granola no se deshaga.
"Antes de consumir una granola es importante revisar la etiqueta nutrimental, ya que la mayoría contienen azúcares como parte de su preparación. Y si se vive con Diabetes es mejor evitar al máximo los azúcares añadidos de los alimentos", refiere la nutrióloga Vanessa Hernández Rosiles.
Si bien, la granola se prepara al horno -no se le añaden grasas para su cocción- sí tiene cantidades importantes de azúcares. Por ello, son una buena recomendación para aquellas personas que hacen ejercicio y requieren mucha energía durante sus entrenamientos o competencias.
