Más de 60 millones de electores están convocados para una votación de tres días en la que prácticamente se garantiza que el presidente egipcio al-Sisi ganará su segundo mandato. (EFE)
Las elecciones presidenciales en Egipto iniciaron este lunes, en una justa que enfrenta al presidente Abdel Fatah al Sisi contra el líder del partido El Ghad, Moussa Moustafa Moussa, quien carece de apoyos reales para vencer en la contienda.
Más de 60 millones de electores están convocados para una votación de tres días en la que prácticamente se garantiza que el presidente egipcio al-Sisi ganará su segundo mandato.
El actual mandatario votó en El Cairo apenas unos minutos después de que las urnas se abrieron a las 07:00 GMT, según la televisión estatal.
Los más de 13 mil colegios repartidos por todo Egipto han comenzado a abrir sus puertas a las 09:00 horas locales.
Unas 60 millones de personas están llamadas a votar para elegir quién quieren que sea su presidente y tienen de plazo hasta el miércoles a las 21:00 horas.
Al Sisi ha depositado su voto a primera hora en un colegio del barrio cairota de Heliópolis, según el periódico estatal Al Ahram.
Entretanto, el primer ministro, Sherif Ismail, preside la reunión de personal de Defensa, Interior, Justicia, Sanidad y Transporte encargada de velar por el buen desarrollo de la jornada.
La Autoridad Nacional de Elecciones (NEC) validó únicamente las candidaturas de Al Sisi y de Mussa, en medio de las denuncias de la oposición por las restricciones a los candidatos que podrían haber hecho frente al actual presidente.
Al Sisi accedió a la presidencia en 2014 con un 97 por ciento de los votos -e igualmente casi sin oposición en las elecciones- tras encabezar un año antes un golpe de Estado militar siendo jefe de las Fuerzas Armadas contra el entonces presidente electo, Mohamed Mursi.
Los observadores han criticado el voto por la falta de competencia de al-Sisi, cuyo único rival en la votación es su defensor de mucho tiempo, Moussa Mustafa Moussa.
Moussa intervino como candidato presidencial justo cuando vencía la fecha límite para presentar las solicitudes. Ha negado públicamente ser un "títere" del régimen.
Previamente, varios aspirantes más serios fueron detenidos o decidieron retirarse de la carrera bajo la aparente presión del gobierno de el-Sissi.
El exgeneral Sami Annan fue arrestado en enero pocos días después de anunciar su intención de postularse para presidente.
Las Fuerzas Armadas egipcias afirmaron que Annan falsificó documentos oficiales que le permitirían participar en las elecciones. Su ayudante principal, Hisham Genena, también fue atacado y golpeado por asaltantes desconocidos.
Abdel-Moneim Abul Fotouh, que se presentó en 2012, fue arrestado bajo sospecha de unirse a la proscrita Hermandad Musulmana e incitar a las instituciones gubernamentales.
El prominente abogado de derechos humanos Khaled Ali también se retiró en enero, diciendo que las autoridades hostigaron e intimidaron a sus seguidores.
El ex legislador Mohammed Anwar Sadat y el ex general de la fuerza aérea y candidato presidencial 2012 Ahmed Shafiq también han retirado sus candidaturas.
La elección presidencial de 2018 es la tercera encuesta que tendrá lugar en Egipto desde la revolución de enero de 2011. Los expatriados egipcios ya votaron el 16 y 18 de marzo en 124 países.
Los candidatos presidenciales necesitan el 51 por ciento de los votos emitidos para ganar una primera ronda de votación. Si ningún candidato marca, se programa una segunda vuelta. Se espera que los resultados finales de las elecciones presidenciales de 2018 se anuncien el 1 de mayo.
Con algunos líderes de la oposición llamando a un boicot, el gobierno ha intensificado sus esfuerzos para motivar a la gente a salir a votar.
Las pancartas y carteles que elogiaban a al-Sisi eran omnipresentes en El Cairo y en todo Egipto, y la publicidad de su rival Moussa era mucho menos notable.
Al-Sisi espera tener un mandato claro para continuar con sus reformas de austeridad y las duras medidas de seguridad que, según él, son necesarias en la nación a menudo atacada por grupos terroristas.
