Coincido cuando el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) a través de su presidente Juan pablo Castañón lanza un ¡ya basta! y manifiesta que deben parar los agravios, las respuestas fáciles y superficiales que sólo apelan al encono social y a la división y que es tiempo de un debate serio sobre el país que estamos construyendo cuando cuestiona a los precandidatos a la presidencia de México; pero también es cierto que me gustaría ver que se tomara esta misma actitud al cuestionar al gobierno ante los resultados que se presentaron en el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2018 donde se analiza el desempeño de la política de desarrollo social en México y se mide el comportamiento de la pobreza.
El Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2018 elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) realizar un análisis sobre el comportamiento de la política social basado en un trabajo de medición de diez años e integra un análisis de pobreza, desigualdad y evaluaciones a políticas y programas de desarrollo social, en el cual se muestra que entre 2008 y 2016 la pobreza aumentó en 3.9 millones de personas y al mismo tiempo, 2.9 millones de personas dejaron su condición de pobreza extrema.
Considero que de ninguna manera estos datos pueden ser vistos como un logro para un país que aspira a ser una de las diez economías más importantes del planeta.
Este informe de Coneval a diferencia de otros trabajos previos no tuvo el mismo grado de impacto debido a dos posibles consideraciones, la primera puede ser que debido a que uno de los precandidatos fue secretario de Desarrollo Social y es responsable directo de estas cifras y definitivamente no darán el impulso necesario para su carrera por “la grande”, y la segunda es que, estamos tan acostumbrados a ver estas cifras que la verdad ya no es noticia, que es un tema tan cotidiano y ancestral que pierde relevancia. Estamos tan acostumbrados a ver cómo se presentan mejoras en los porcentajes, pero cuando vemos su impacto en las cifras reales y el número de mexicanos pareciera ser como en vez de mejorar vamos hacia atrás.
Las condiciones de pobreza y marginación en México lejos de disminuir afectan cada vez a más personas; el informe revela que de la población en situación de pobreza, mientras que el 36.7 por ciento de los hombres entre 21 y 55 años de edad se encuentran bajo esta condición en el segmento de las mujeres indígenas el 79.4 por ciento de ellas está condenada a la pobreza, otro dato relevante muestra que mientras que sólo el 5.5 por ciento de los varones de entre 21 y 55 años de edad viven en pobreza extrema si eres mujer e indígena tienes un 36 por ciento de probabilidad de estar en esta situación, es decir, más allá de la pobreza y marginación que ya de por si es grave en México el otro factor es el de las grandes desigualdades que se viven todos los días en este país.
Otro rubro tiene que ver con la carencia de acceso a la seguridad social, donde se encuentra sólo el 14.4 por ciento de la población de adultos mayores y que contrasta con el segmento de la población menor a 18 años donde más del 60 por ciento no cuenta con este servicio.
Respecto a la población con ingresos inferiores a la línea de bienestar que reporta el informe se puede encontrar que 59.6 por ciento de los menores a 18 años está en esta categoría mientras que sólo el 42.5 por ciento de hombres entre 21 y 55 años de edad la cumplen. Por encima de las condiciones de pobreza o pobreza extrema el otro gran problema es el de la desigualdad y del cual poco o nada hemos escuchado por parte de los precandidatos y de cómo piensan resolverlo.
Coincido plenamente cuando el mismo CCE plantea la necesidad de que los candidatos propongan una visión clara del país que queremos e ideas para alcanzarla, porque un pueblo que carece de visión de futuro está en grave riesgo de repetir su pasado como lo mencionó su presidente, pero también considero que un país que omite su realidad por una coyuntura política está irremediablemente destinado al fracaso.
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