El círculo, aparece en el horizonte una vez más; no hemos podido dejar de ser una sociedad que establece como regla, la espera; esperamos que ahora sí cambien las cosas, esperamos que éste sea mejor que el anterior, esperamos que a la vuelta del tiempo no sigamos cometiendo los mismos equívocos. Los escenarios que se han presentado sólo durante la semana que termina no son nada alentadores; no sólo por los mensajes, sino sobre todo por los hechos. Nada describe mejor los intereses en juego del vecino del norte que los negocios, particularmente el de la venta de armas; tiene que suceder una desgracia para que se manifieste el descontento y se plantee cada vez, de manera más fuerte la necesidad de regular su venta; cosa que se ve difícil, ya que la economía del vecino se finca en una estructura de producción basada en la guerra; se preguntará, amable lector, qué tiene esto que ver con nuestros problemas, y la respuesta es que en un mundo globalizado, las decisiones y las acciones que se toman en el norte o al otro lado del mundo, tendrán efecto en nuestro país, en la región y de manera más lejana en la ciudad; sin embargo, lo que me interesa destacar es que sólo podrá impulsarse el cambio a través de la participación de los ciudadn@s. Ante un gobierno rapaz e incapaz de atender las demandas y necesidades básicas de la sociedad, un asunto central sigue siendo el de la corrupción y su congénere natural, la impunidad; aspecto que pinta de cuerpo entero las características del gobierno que hemos venido padeciendo de buen tiempo atrás, donde lo fundamental es hacerse del poder para tener más poder; lo demás es accesorio y en ello el discurso diario es el ariete principal para mantener este escenario, si no, tenemos algunos botones de la muestra: Lo que en un principio fue considerado por el gobierno un pequeño gasto, se conoció como necesario "para promover la obra de gobierno", y con el tiempo, se integró la palabra difusión, que rápido fue sustituida por la de publicidad, como si el gobierno estuviera vendiendo algo, y en la actualidad una palabra más, propaganda, concepto con una enorme carga ideológica y electoral; en estos tiempos, en ésas estamos: gastando millonadas en publicidad de los gobernantes y propaganda de sus partidos; en PC 29 estamos trabajando para plantear la necesidad de analizar, discutir y disminuir sensiblemente el presupuesto destinado para este propósito; 36 mil millones de pesos fueron gastados por este concepto por el gobierno de Enrique Peña, de 2013 a 2016, y durante el período de Humberto Moreira, sólo el primer año, el gasto en este rubro fue de casi 2 millones de pesos diarios; pero, a quién debemos este abuso, a los legisladores, que aprueban leyes que mantienen en permanente aumento este derroche; no interesa que tengamos desabasto de medicamentos, escuelas insalubres, ciudades cuyas calles parecen zonas de guerra, pero con teleféricos, basura y miseria por todos lados; en fin, la bonanza para las agencias de publicidad a costa de nuestro dinero transformado en impuestos, y para acabarla, la intención de continuar con el saqueo sistemático del dinero público, basta ver la lista de candidatos plurinominales del partido en el poder donde destaca Rubén Moreira y su esposa, quienes sólo cambian de lugar, pero siguen pegados a la ubre que significa el gobierno, y claro, por aquello de lo que pueda suceder buscar el fuero. Los legisladores y el poder que conforman debe demandar nuestra atención para exigirles que cumplan con las obligaciones centrales de la representación -efectiva- de nuestros intereses; la legislación que sustituya la cantidad y la ley a modo, por la calidad de esta tarea; y la fiscalización, gran ausente en la realidad, pero presente en la formalidad. Amable lector, en nuestra entidad tenemos la oportunidad de vigilar y exigir que los legisladores cumplan con estas tres tareas; para conseguirlo necesitamos erradicar el verbo esperar y actuar en consecuencia; acércate a PC 29, allí te decimos lo que debes conocer para exigir. Los procesos de Entrega-Recepción en el Gobierno estatal y el municipal de Torreón, son muestra del tipo de ley que lo regula; si nos involucramos a través del conocimiento de esta norma, nos daremos cuenta por qué en la Secretaría de Finanzas no se da a conocer la realidad y documentos de la deuda de Coahuila; por qué en Simas no hay datos; por qué en el Instituto de Cultura, la directora dejo tiradas las cosas y un encargado de hacer la entrega; en ambos casos sin responsabilidad alguna, y todo por lo laxo y permisible de la ley en la materia. Debemos involucrarnos y conocer los caminos y veredas que se recorren en el congreso de Coahuila.
En el Cajón. Mentalizarnos, parece ser la palabra adecuada para no vernos rebasados y abrumados por la catarata de verborrea a la que estaremos expuestos en abril y mayo próximos; si estamos ciertos de lo que conocemos o debemos conocer, nos podemos plantar frente a los candidatos para exigirles que cambien los "Qués" por los "Cómos"; debemos dar ese paso si no queremos recorrer el mismo círculo, otra vez. Felicitaciones para los organizadores del 1er Foro Coahuila, Reflexiones y Retos; su esfuerzo fue formidable, especialmente a las combativas y dinámicas damas de PC 29, y también a los caballeros; este será el primer paso para plantarnos frente a la autoridad y no sólo exigirla, sino además proponer la nueva relación entre gobierno y sociedad. Los Retos, seguramente serán definidos a partir de las Reflexiones.
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