HACIENDO UN BUEN LECTOR
Cuando tenga en casa un niño que esté comenzando a aprender a leer, sugiero que le enseñe que leer es uno de los hábitos que más satisfacciones pueden proporcionar. Una de las mejores formas es leer con él de un libro que mantenga su interés, uno con una buena historia y fotografías bonitas. Háblele acerca de la historia y los personajes que hay en ella... ayúdele a que cobren vida. Gracias a esto, probablemente el pequeño desarrollará un buen hábito de lectura que le abrirá muchos horizontes mentales.
HILO QUE MOLESTA
Aunque el hilo de nylon invisible es excelente para dobladillos, acolchados y otros detalles de costura, no conviene usarlo en lugares que tocan la piel como el derredor del cuello, las bocamangas, etc., pues raspa y se siente muy molesto.
ÚTILES CHAROLAS
Esas charolas de espuma plástica en que vienen empacadas las carnes de los supermercados tienen múltiples usos en su cocina. Así pues, no las tire. Aprovéchelas para picar pequeñas cantidades de verduras o frutas, para poner desperdicios, para acojinar esos platos finos que va a guardar y que no desea que se maltraten y para muchísimas cosas más.
LEYENDO Y PEDALEANDO
Hay muchas chicas que pedalean en una bicicleta fija con el fin de bajar algunos kilos o de mejorar su figura, pero no les dura mucho el entusiasmo. Pronto abandonan el proyecto y algunas confiesan que se aburren de estar en un solo lugar moviendo las piernas. Ahuyente el hastío leyendo un libro que le guste, si forma parte de ese grupo. Busque algo interesante, que la entusiasme, y absorta en la lectura, "recorrerá muchos kilómetros" sin darse cuenta.
PIES SUAVES
Todas las noches, antes de acostarse, frote liberalmente sus pies con la crema que usa para sus manos y cuerpo. Introdúzcalos en unas bolsas de plástico para proteger la ropa de la cama y luego asegure la bolsa poniéndose unas medias viejas que lleguen a la rodilla. Sus extremidades inferiores se mantendrán húmedas toda la noche mientras usted duerme y sus pies se conservarán confortablemente suaves.
ROPA PERCUDIDA
Si sus toallas de baño o cocina están percudidas, trate de blanquearlas del modo siguiente: Vacíe unos 4 litros de agua muy caliente en un recipiente de plástico, peltre o acero inoxidable. No use de aluminio, porque se manchará. Agregue un taza de detergente para trastos y 1/4 de taza de blanqueador de color líquido para uso doméstico. Agite la solución hasta que el detergente quede completamente disuelto y luego ponga en la vasija las prendas que desea limpiar o blanquear. Déjelas en remojo aproximadamente 30 minutos y luego lávelas como de costumbre. Esta fórmula es magnífica para ropa blanca percudida, así como para quitar manchas en la ropa del bebé. En lo que no deberá usarse nunca, es en prendas que se destiñan.
CARNES ASADAS EN EL HORNO
Para que su horno se conserve limpio cuando ase carnes en él, ponga una parrilla de alambre en una charola grande para cocer panes y vacíe agua en ella casi hasta el nivel de la parrilla. Cubra ésta con papel aluminio y hágale perforaciones. Esto permitirá que los jugos y chorreaduras de la carne pasen y caigan en el agua. Las carnes se asarán tan bien como de costumbre y no habrá salpicaduras ni humo en su horno.
