Índice. Los jóvenes tienen mayor probabilidad de ser desaparecidos.
La desaparición de personas es una práctica generalizada en Coahuila, tiene como principales víctimas a jóvenes, aunque hay reportes de familias completas y los principales perpetradores son policías.
El informe sobre Desapariciones de Personas en el Estado de Coahuila de Zaragoza, que elaboró y presentó el Observatorio sobre Desaparición e Impunidad, apunta que hay 729 casos de desaparición en este estado.
De éstos, 98% se reportaron entre 2001 y 2017, pero de 2008 a 2011 fue el peor período, pues esos 4 años acumulan 402 casos, es decir, 55% del total.
Entre las personas víctimas de desaparición hay características similares. De acuerdo con el informe, los jóvenes tienen mayor probabilidad de ser desaparecidos, la mayoría de los casos involucran a personas entre los 17 y 37 años y los hombres constituyen 81% de las desapariciones.
También corren riesgo quienes transitan por las carreteras de Coahuila, ya sea por razones de empleo o por ser migrante. El 81% de los desaparecidos han sido hombres.
Académicos, investigadores y miembros de organizaciones civiles consideran que la desaparición de personas en México debe ser catalogada como "desaparición forzada" al estar involucrados agentes del Estado, como los elementos de las fuerzas de seguridad.
La investigación en Coahuila comprobó que 26% de los casos de desaparición habían participado agentes de distintas corporaciones y niveles. En el desglose el informe advierte que del total de casos que involucran a agentes del Estado, 54% son policías municipales, 25% estatales y 13% federales.
En el resto de los casos, los testigos del suceso indicaron que los perpetradores vestían de negro, portaban armas, iban encapuchados y sin identificación oficial, por lo que no se les ha podido considerar claramente como agentes estatales.
Rainer Huhle, integrante del Comité contra las Desapariciones de las Naciones Unidas, dijo que además de haber problemas en la metodología de búsqueda de personas desaparecidas -porque no hay un protocolo establecido correctamente- el hecho de que en los casos estén involucradas personas del gobierno también impide avanzar en las investigaciones y señalar a los culpables.
Las desapariciones además han modificado a la sociedad en distintos niveles, dijo Álvaro Martos, investigador del Observatorio sobre Desaparición e Impunidad. Además del sufrimiento de las familias que desconocen el paradero de alguno de sus integrantes, explicó, ha motivado a la sociedad civil a organizar sus propios organismos de búsqueda de personas desaparecidas.
"Esto representa un cambio para todos los participantes y para su entorno. De manera individual, los familiares toman un nuevo rol como parte de las organizaciones y lo adoptan de por vida, a nivel organizativo, hay un fortalecimiento y apertura de nuevos espacios en donde se puede hablar del tema y ayudar a quienes realizan la búsqueda", dijo Martos.
Los expertos que presentaron el informe en el marco del seminario Desapariciones en las postransiciones a la democracia, que se llevó a cabo en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), destacaron también el papel de las organizaciones de búsqueda de personas desaparecidas.
Las organizaciones han traído avances en la búsqueda de personas y reconocimiento de restos, dijo Elena Jaloma, investigadora de la Flacso.
Han impulsado nuevos estándares, presionado a los gobiernos para invertir dinero en tecnología que permita la localización de manera más precisa, y mejorar las bases de datos y registros de personas que denuncian, explicó Jaloma.
Y a las que no lo han hecho, a encontrar las razones, que en la mayoría de las situaciones es miedo, dijo.
De lado de la sociedad civil hay una convicción: encontrar a las víctimas de desaparición. "Vamos a hacer lo necesario para encontrar a los desaparecidos porque será la única manera de encontrar la paz verdadera", aseguró Consuelo Morales, de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (CADAHC)
