La lumbalgia, o dolor lumbar, puede ser tan intensa que impida que se realicen las actividades diarias. (ARCHIVO)
El dolor de espalda lumbar es una de las principales causas de consulta médica en México, eso significa que nueve de cada 10 personas han sufrido o sufrirán un episodio de ese tipo en algún momento de su vida.
De acuerdo con información de la Dirección de Atención a la Salud de la Universidad Nacional Autónoma de México, la lumbalgia, o dolor lumbar, puede ser tan intensa que impida que se realicen las actividades diarias.
En la mayoría de los casos se puede prevenir con buenos hábitos de higiene postural al hacerse más conscientes de la forma de estar sentado o parado.
De acuerdo con la información difundida por UNAM Global, la higiene postural es el conjunto de técnicas que buscan mantener el balance y armonía entre todas las estructuras del cuerpo para evitar alguna sobrecarga: ya sea al realizar una actividad específica, o simplemente al estar en reposo.
Actualmente, por actividades escolares, laborales o de ocio, permanecemos mucho tiempo sentados, y hacerlo con una mala postura puede repercutir fuertemente en la salud.
Al estar sentado es muy importante que la espalda baja se encuentre bien apoyada en el respaldo de la silla, si es necesario, podemos colocar un pequeño cojín a nivel lumbar para tener más soporte en esa área.
Los pies deben quedar bien apoyados en el suelo: no colgando, ni con las piernas estiradas, de modo que tanto las rodillas como las caderas formen un ángulo de 90 grados.
Al usar una computadora, el monitor debe colocarse a la altura de nuestros ojos, o ligeramente por debajo, a una distancia de 30 centímetros, permitiendo que el cuello se mantenga derecho y los hombros relajados; hay que evitar encorvarse y cambiar de posición máximo cada dos horas.
Al permanecer de pie debemos mantener la columna recta, respetando sus curvaturas naturales, por lo que tampoco es necesario llegar al extremo de intentar mantener una postura “tipo militar”; los hombros deben estar relajados y alineados con las orejas; el abdomen adentro, sin proyectar la pelvis hacia adelante.
Al pasar un período prolongado de tiempo de pie, es útil tener cerca un banquito de aproximadamente 30 centímetros de altura en el que podamos alternar el apoyo de cada pierna; al agacharse para cargar algún objeto se deben flexionar las rodillas y no doblar la espalda.
