Despedida. Amigos y familiares de la actriz María Rubio compartieron anécdotas que vivieron con ella.
Se quedó dormida. No sufrió, no fue doloroso, sólo se durmió, contaron familiares de María Rubio la noche del jueves durante su velorio en la funeraria Gayosso de Félix Cuevas.
La actriz estuvo rodeada de flores blancas enviadas por sus conocidos y amigos, quienes llenaron la sala recordando anécdotas sobre su vida. "Al final mi suegra se fue en paz, lo que ella quería era estar con Claudio y ya está con él. Ella ya estaba cansada, era una mujer mayor y perder un hijo fue duro… no hay edad en la que uno pueda aminorar el dolor", dijo Gina, nuera de María y viuda de Claudio Rubio, hijo de la actriz, fallecido a finales del año pasado en un accidente automovilístico.
Su nieta, Fernanda, compartió que la villana más querida de la televisión era la mejor abuelita del mundo. "Me contaba todas sus anécdotas. Y gracias a Catalina Creel pasé muchas materias en la escuela", bromeó.
Fernanda compartió que su abuela padecía enfisema pulmonar y que no podía caminar, pero que de ahí en fuera estaba completamente lúcida y bromista como siempre.
En el lugar se dieron cita muchos actores como Patricia Reyes Spíndola, quien además era una de las amigas más cercanas de María, Laura Zapata y Alejandro Camacho, quien señaló: "Me quedo con esas carcajadas y con la gente que celebramos en su casa varios años nuevos y varias navidades. Éramos muy amigos", dijo el actor, quien compartió con ella en Cuna de lobos e Imperio de cristal. El director de televisión, Roberto Sosa, compartió su pesar: "Claudio y María se fueron casi juntos. Sólo queda desearle descanso".
