Luego de su última pelea en UFC, ante la feroz brasileña Amanda Núñez, no fue necesario que Ronda Rousey anunciara su separación de las Artes Marciales Mixtas; ya que su primera caída ante "The Preasers Douther" trazó el inexorable camino hacia su retiro.
Y, aunque su regreso fue cómo lo que anuncia la iglesia católica en la epíclesis: (Justo y necesario). Sólo sirvió para reafirmar el derrocamiento de la ex monarca. Sin embargo, los que pensábamos que la carrera de Ronda había acabado, no alcanzamos a pronosticar el alud mercadotécnico que se avecinaba.
¡Si! La WWE puso en la mira a la coleccionista de brazos qué, si bien pudo aplicar su poderosa llave de brazo en el octágono, no dudemos que lo hará nuevamente en el ring. Tras esta decisión, lo que para muchos pudiesen haber catalogado como decepcionante en un principio, tuvo el efecto contrario para los amantes de la lucha libre, sin embargo, en su más reciente debut; el rating no fue el esperado, no obstante, el nombre de Ronda Rousey siempre será recordado en el mundo de las Artes Marciales Mixtas.
En cuanto a su incursión a la WWE, creo que podría ser potencialmente polémico y por lo tanto benéfico para la empresa, ya que la personalidad de Rousey, cumple con el objetivo principal de este espectáculo, que si bien es deportivo, podría bien inclinarse más hacia el entretenimiento.
No obstante, tengo que decir, que al menos para los que conocemos su carrera en las Artes Marciales Mixtas, integrarse a este nuevo deporte, es sólo producto de su anticipado retiro, ya que encumbrar a Ronda Rousey en la cúspide de lo invencible, fue el principal error, que ayudo a forjar la falsa creencia en el imaginario, (no sólo colectivo sino individual). En derredor a la deportista, sin percatarnos que todo peleador es susceptible a ser vencido, sin importar cuan indiscutible sea su récord invicto.
A mi parecer, y sin afán de ofender a quienes disfrutan de este show, la incursión de Rousey en él, es totalmente innecesario, y por contradictorio que parezca necesario a su vez, porque sirve para llenar el vacío (del cual fuimos cómplices, al ayudar a forjar su insuperable marca) y que dejó al ser derrotada por primera vez.
Entonces, colateralmente la transición de quién fuese la máxima representante de las Artes Marciales Femeniles a la lucha libre, es el resultado del encumbramiento de una audiencia ávida que exigió ver a Ronda Rousey nuevamente, pero ahora como parte del elenco de actoral de la WWE.
