¿Farsante o redentor?
Me gusta la política como un sistema de interacción, de discusión y de acuerdo, y de alguna manera de bienestar y de paz social; detesto la política como forma de vida, aquella que se utiliza solamente para enriquecer a las personas, a las familias y a los amigos de esas personas a costa y en sacrificio del interés social.
Como mexicano, creo que tengo la libertad de opinar sobre temas y personajes públicos y hoy me atreveré a extender mi punto de vista sobre el AMLO a quién creía conocer. Debo admitir que de él solo conozco las crónicas que los medios publican, más lo que alcanzo a ver por televisión y la verdad, no me simpatiza; es un tipo como cualquier zángano que vive de la política sin saber realmente hacer política.
No puede ser presidenciable un tipo de esta calaña, que desacredita a las instituciones y que sin embargo vive del INE a través de nuestros impuestos; él, sus hijos y todos sus incondicionales. No es productivo y no representa a ninguna Fundación ni ONG que se dedique a beneficiar a los demás; dice velar por los intereses de la nación pero no defiende a nadie, ni siquiera tuvo capacidad para hacer algo digno por los inmigrantes en peligro de deportación; nada está haciendo por los “dreamers”; su voluntad solo le alcanza para velar por sus intereses personales y para descalificar por sistema a sus adversarios. Nadie podrá avalar su buen corazón y su preocupación sincera por el bienestar de la gente, no ayuda a los demás con recursos propios, pero si se ufana de repartir la riqueza pública, que dice está en manos de unos pocos, pero no dice que dentro de esos pocos se encuentra él y sus colaboradores.
Dice que es un ave que cruza el pantano de ida y vuelta y otra vez y una vez más, y su plumaje no se mancha, y tal vez no se mancha porque los pantanos los cruza sobre el lomo de René Bejarano y de la Padierna, de Rosario Robles y de Ahumada, de Claudia Sheinbaum y de Imaz, de Ponce y recientemente de la Sra. Cadena; AMLO es un cobarde que ha sabido escabullirse de grandes escándalos públicos y que por su soberbia se niega a reconocer en su esencia y magnitud.
Si AMLO fuera víctima de la “Mafia del Poder” como dice, entonces no lo hubieran dejado ser Jefe de Gobierno de aquel Distrito Federal y ya en el poder no hubiera hecho lo que le vino en gana; se rodeó de colaboradores nefastos e indeseables, un gabinete repleto de patanes; no invirtió en las instalaciones del Metro ni generó un metro más de líneas nuevas, en cambio sí le metió todo el capital a los segundos pisos de las 15 etapas del Distribuidor Vial San Antonio, sin publicar muchos detalles de esta inversión, misma que se tiene en secreto y es clasificada. Si hubiera sido víctima, entonces hubiera ido a prisión por desacato y no le hubieran permitido estar tanto tiempo en campaña presidencial en donde ya se ha exhibido por más de doce años. Este sujeto es otro profesional de la mentira.
“La izquierda política, por definición, considera prioritario el progresismo y la consecución de la igualdad social por medio de los derechos colectivos o sociales, frente a los intereses netamente individuales y privados” y ahora resulta que Alfonso Durazo, Miguel Torruco, Esteban Moctezuma, Emilio Azcarraga, Marcos Facheli, Alfonso Romo, etc. son sus colaboradores, ¿Desde cuándo estos señores son de izquierda? El cinismo que AMLO tanto denuncia, es el mismo que practica a su conveniencia, sin duda.
AMLO presume que ahora vive de sus ingresos, o sea de nuestros impuestos, que jamás nadie hasta ahora le ha detectado cuentas bancarias extraordinarias ni riquezas ocultas para huir o de las que se tenga que avergonzar, solo debemos recordar que el Chapo, también nadie le ha detectado cuentas ni bienes, ni riquezas a su nombre por lo que también debiera presumir su inmaculada personalidad. Lula da Silva, expresidente de Brasil, quien se decía inmaculado, actualmente tiene un pie en prisión simplemente por corrupción pasiva y por lavado de dinero.
¿Presidenciable? ¡Qué vergüenza!......Lamento no poder opinar igual que todos los que dicen, lo llevarán a la presidencia.
Juan Antonio Aguilar Tello
Torreón, Coah.
