Anthony Rizzo estudió en la secundaria Marjory Stoneman Douglas, donde fue el trágico tiroteo la semana pasada. (Archivo)
Los padres de Anthony Rizzo fueron algunos de los primeros propietarios de casa en Parkland, Florida.
El primera base de los Cachorros de Chicago ha visto a esta pequeña comunidad crecer y cambiar drásticamente.
Rizzo se siente muy apegado a su ciudad natal, que colinda con los Everglades.
Así que la semana pasada, después del tiroteo en su exescuela secundaria, Rizzo sabía que debía volver a casa de inmediato.
“Paralizado”, es como describe su sensación inicial tras enterarse del mortífero ataque en la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas.
Dejó el campo primaveral de su equipo en Arizona y la noche del jueves habló durante una procesión con veladoras en el campus de la secundaria y visitó a las víctimas en el hospital.
“Ahí es donde crecí, en Parkland. Ahí es donde me metí en problemas y donde tuve éxito. Aprendí a ser quien soy gracias a Parkland, por Stoneman Douglas”, dijo Rizzo. Ahora debe cambiar la página de una “desgarradora” experiencia y enfocarse en el beisbol, después de la primera práctica con equipo completo de los Cachorros.
“No sé qué se necesita hacer. Pero se necesita algún tipo de cambio para mejorar”, destacó. Rizzo jugó para el entrenador asistente de futbol americano Aaron Feis, una de las víctimas de la tragedia.
Rizzo, quien en noviembre pasado donó 150 mil dólares para alumbrar los campos de beisbol y softbol, había visto a Feis apenas hace unas semanas.
“Todos y cada uno de mis amigos de la secundaria tenemos recuerdos del entrenador Feis”, dijo Rizzo. “Que haya dado su vida como lo hizo y salvara a otros jóvenes muestra la persona que era. Dejó a una hija o hijo en casa. Es un auténtico héroe”.