Último adiós. Estudiantes acompañan el féretro que lleva el cuerpo del profesor Scott Beigel, quien falleció en el ataque. (AP)
Las advertencias que rodeaban a Nikolas Cruz antes de abrir fuego en su escuela en Florida y dejar 17 muertos esta semana, parecían resplandecer como señales de luz neón.
El joven fue expulsado del colegio, peleaba con sus compañeros de clase, le fascinaban las armas de fuego y herir animales, colocaba publicaciones perturbadoras en sus redes sociales y tuvo tratamiento previo de salud mental.
Sin embargo, estas alertas no llamaron la suficiente atención de sus familiares, de las autoridades de Florida o del personal de su escuela como para que solicitaran una orden judicial que le prohibiera poseer armas.
En Estados Unidos, sólo cinco estados tienen leyes que permiten a los familiares, tutores o a la policía solicitar a los jueces quitar los derechos de armas a las personas que muestren señales de violencia. Los simpatizantes de las medidas, conocidas como "banderas rojas" u órdenes de restricción de violencia armada, dicen que pueden salvar vidas al evitar tiroteos o suicidios.
Florida, donde Cruz está acusado de usar un fusil semiautomático AR-15 para matar a 17 personas en su antigua escuela secundaria, no posee una ley de ese tipo. El agresor pudo obtener el arma legalmente incluso cuando su madre, sus compañeros de clase y sus maestros lo habían descrito en algunas ocasiones como peligroso y amenazador.
La legislación de bandera roja fue introducida el año pasado por los legisladores demócratas del estado, pero su futuro es incierto debido a que el Congreso de Florida está controlada por los republicanos, quienes generalmente están a favor de ampliar los derechos de posesión de armas.
Solución
Luego del tiroteo en la escuela secundaria de Parkland:
⇒ El gobernador Rick Scott dijo que trabajará para asegurarse que las personas con problemas mentales no tengan acceso a armas de fuego .
⇒ Pero no ofreció más detalles.