Noventa días han pasado desde que el defensa central jugó su más reciente partido oficial con la camiseta del Guadalajara.
No es el equipo que más goles ha recibido en lo que va del torneo, pero el Guadalajara ha mostrado graves deficiencias en la línea defensiva, una preocupación para la que Matías Almeyda pudiera encontrar solución si se decidiera a alinear a Oswaldo Alanís, quien recién tuvo participación con la Selección Nacional y no lo hizo mal, en el cotejo del miércoles por la noche frente a Bosnia-Herzegovina.
Más para que eso suceda, los egos tendrían que quedar atrás. Buscar lo mejor para el equipo, bandera con la que regularmente navegan, y hasta desafiar a la cúpula directiva.
El zaguero jugó 45 minutos ante los bosnios y, aunque le falta algo de ritmo, no puede ser peor de lo que se ha visto la zaga central del Rebaño Sagrado con Hedgardo Marín, Carlos Salcido o Miguel Basulto, y sin Jair Pareira.
Hoy por la noche, el Guadalajara visita al Puebla en el estadio Cuauhtémoc y "ojalá me toque jugar, tener minutos", manifestó Alanís, para quien los problemas de la pretemporada han quedado atrás y "más que [demostrarle] a esa gente, es a mí. Es difícil lo que me tocó, pero demuestras que tienes con qué seguir adelante, pese a las dificultades... estoy listo", si se deciden a utilizarlo en el importante choque frente a los Camoteros, quienes marchan con par de victorias como locales.
El defensor resumió lo ocurrido en el inter de un torneo a otro como un episodio en el que buscó "que fuera lo más justo y que conviniera para todos. Acate órdenes [cuando fue separado del plantel], y fui muy directo".
No estaba de acuerdo con las condiciones contractuales que le ofrecía la cúpula de las Chivas: un vínculo con poco tiempo y sin mayores cambios en cuanto al salario.
En todo ese movimiento se le llegó a calificar como un caudillo de la causa, pero -sensato- aclaró que no lo hizo "por buscar ser el héroe ni nada, sino porque quería llegar a lo más justo", aunque falta el último paso, que regrese al cuadro titular de las Chivas, lo que no solamente le ayudaría a él sino también a Almeyda, tan escaso de talento en la defensa estos días.
Sincero, porque decir que está al 100% sería engañarse a sí mismo, más que a la afición, aseguró que en el partido que disputó con la Selección "me costaron detalles, cosas puntuales que se van agarrando en los juegos, pero para venir desde noviembre sin jugar, me sentí bien".
