Viajando por caminos largos a territorios de persuasión, Santos se ubicó en Veracruz, antes sinónimo de fiesta y alegría naturales y ahora mismo, una tumba de proyectos muertos, que se reflejaba en el caminar de sus jugadores al protocolo, con pasos lentos, como circulando en el área de un sepelio, sin sonrisas, sin las ilusiones, cargando una loza, noqueados por su propia sombra.
El cociente es el resultado al que se llega tras dividir un número por otro; el de Tiburones, para mejorar, precisa de un milagro porque fabricar un proceso implica tiempo y eso es lo que la ilusión no tiene, por lo que su técnico, joven avejentado por masticar angustias, sabe que debe partir de la nada para reflejar algo sorprendente y profundo de ellos mismos y de su lugar en la tierra.
Contagiados en ese mundo de fantasmas de muertos sin sepultura que emiten carcajadas burlonas en cada trote rojo, los Siboldi boys pasaron al confesorio de sus propias dudas y secretos, haciendo un partido monótono y sin brillo que incluso permitió que alguien les marcase un gol después de 500 minutos de sequía y apenas pudieron igualar con el sello del encendido Tabares.
En México, estamos claros que hay demasiada literatura dedicada a celebrar la inteligencia de la maldad o de personas errantes que han perdido amores y van por la vida como almas en pena, por lo que ya pocas cosas sorprenden en los medios y si antes el atardecer era como oro lento, ahora los días son de repente, desabridos y oscuros, con notas que decepcionan y preocupan.
El futbol MX es como el trapecista que se mueve sin red y sin cable de seguridad, con la vida en riesgo siempre, sus hechos ya no capturan momentos inasibles, que antes incluían fantasías y sueños, se ha vuelto rutinario y común, donde la gente que ostenta poderes es temperamental y caprichosa, impone sus conceptos, cuando debiera ser más estimulante el viaje que la meta.
La FMF lleva a sus chicos a USA para enfrentar a Bosnia, explotando como siempre la nostalgia de los paisanos que desean ver a su selección pero en la promoción no dicen que no van Dzeko (Roma), Pjanic (Juventus), Ibesevic (Stuttgart), Begovic (Chelsea) o Spahic (Hamburgo) entre otros y eso reduce la competitividad, lo que representa un engaño que pocos se atreven a señalar.
¿Transformar la mirada y ver todo aquello que a veces no vemos, resultaría útil?. Puede ser, porque de cuando en cuando hay que pasar a la trastienda de uno mismo para reflexionar. Queremos verdades y otras realidades y encontramos que Temo Blanco será candidato de Morena para Morelos, lo que denuncia nuestros niveles de calidad, entre otras notas cuyo interior es salvaje y riguroso, como una bestia sin amo.
