Columnas la Laguna

AMVEB Laguna

Asociación de médicos veterinarios especialistas en bovinos

J. Eduardo Luna Martínez, MVZ., EPA., MCV.

Vacunación en establos

En todos los establos se aplican vacunas. De hecho existen "calendarios" de vacunación tradicionalmente establecidos, que han sido modificados en función a la experiencia de su eficiencia en cada hato. Sin embargo, por común y cotidiano, llegamos a pasar por alto algunas recomendaciones básicas en la aplicación de vacunas. "No es lo mismo inyectar una vacuna, que vacunar".

Los programas de vacunación previenen enfermedades causadas principalmente por virus y bacterias. Aunque existen otros productos orientados a estimular el sistema inmune de los animales que no son estrictamente vacunas para la prevención y control de otro tipo de enfermedades (como las infestaciones por garrapata). La primera línea de defensa del ganadero en la protección de su hato de las infecciones es la vacunación. ¡Existen más de 200 vacunas para su uso en el ganado! consecuentemente, existen tantos protocolos de vacunación como existen ranchos ganaderos y vacunas. Por ello es fundamental que en el diseño de los cuadros de vacunación se tomen en cuenta otros factores, y la vacunación no sea sólo una "actividad" más del establo, sino una estrategia de Bioseguridad tendiente a mejorar a mediano plazo la productividad y sustentabilidad de la unidad de producción, a través del fortalecimiento de la salud y bienestar animales. Este cambio en el concepto es fundamental. Para que una vacunación sea exitosa, es necesario considerar múltiples factores. Desde el origen y manejo del biológico a aplicar, hasta los impactos o reacciones del producto ya aplicado en la salud y productividad del hato. ¿Sabía usted, por ejemplo, que hay vacunas que requieren un tiempo de retiro antes de enviar un animal al rastro después de haber sido vacunado?. Todos los biológicos tienen un rango óptimo de temperatura que debe respetarse, de manera general todas las vacunas tienen que conservarse y transportarse manteniendo la denominada "cadena fría" en un ambiente a no menos de 2° C ni mayor de 8° C. Las vacunas que vienen en dos fases (pastilla de liofilizado, y líquido inyectable) tienen que reconstituirse justo antes de ser aplicadas evitando la luz directa de los rayos solares. Considerando el diámetro de las agujas y el volumen de la dosis de vacuna a aplicar, debe procurarse el uso de una aguja por animal (aunque se trate de agujas automáticas). Observe la fecha de caducidad. Si esta expiró, no use la vacuna. Almacene las vacunas según la fecha de caducidad. Tenga cuidado del mantenimiento de las vacunas pues las temperaturas extremas puede inactivarlas. Administre la vacuna correctamente. Lo cual incluye dar la cantidad o la dosis exacta, por la ruta correcta (intramuscular o subcutánea) y en el lugar indicado. Una vez abierta las vacunas necesitan ser usadas inmediatamente. Cuando termine, coloque las agujas en un contenedor. Aplique las vacunas en un horario adecuado, recuerde que toda vacunación es una "mini infección" y seguramente habrá reacciones adversas al biológico que se aplica. Por ende debe considerar que tal vez haya una respuesta de tipo febricular o ligero aumento de la temperatura corporal después de la vacunación.

Existen diferentes programas de vacunación de acuerdo a la prevalencia de las diferentes enfermedades en la zona. No base sus calendarios de vacunación en las recomendaciones del vendedor de vacunas, sino en su criterio, experiencias tanto propia como de otros colegas en la zona y en la información oficial de presencia o incidencia de enfermedades en la zona, incluso si es necesario recurra a los laboratorios de diagnóstico, con muestras adecuadas, para conocer los problemas específicos de cada unidad productiva. Es bien sabido que se ha vacunado contra enfermedades que ni existen en la región. Pero recuerde, la vacunación, por sí sola, no substituye las fallas en la bioseguridad. Para que una vacunación sea considerada conveniente deben cumplirse cuatro criterios fundamentales:

*Identificar en forma precisa y absoluta al microorganismo contra el cual se está inmunizando al ganado.

*Tener la certeza de que una respuesta inmune logrará proteger a los animales contra la enfermedad.

*Estar seguro de que los peligros que representa la vacunación son inferiores a los daños que causaría la enfermedad.

*Favorecer la inmunidad de hato.

Lo anterior garantizará minimizar al máximo los riesgos de falla vacunal.

¿Por qué fallan las vacunas?, Existen un sinnúmero de variables que pueden afectar la eficacia de una vacuna y la efectividad de un programa de vacunación. Por mencionar sólo algunas: vacunar tardíamente cuando el animal ya está infectado, vacunar con cepas que no generan respuesta contra el agente que afecta en la zona (por ejemplo que se vacune con serovariedades de Leptospira que no son las que afectan el establo), que se vacune con vacuna "caliente", es decir en la que no se cuidó el mantenimiento de la red de frío, que se vacune animales que estén cursando con otra enfermedad, o que estén convalecientes, vacunar después de eventos adversos de nutrición, ambiente o manejo.

Si tiene dudas, o requiere más información, no dude en consultar a su Médico Veterinario Especialista en Bovinos.

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