Las pérdidas físicas de agua por fugas en las redes de distribución se deben a la antigüedad de las tuberías y a las sobrepresiones a que son sometidas en ocasiones. Una situación común en Torreón son las sobrepresiones que ocurren durante la noche cuando baja el consumo de agua, pero los equipos de bombeo continúan operando, sobre todo si las bombas de los pozos están conectadas directamente a las redes operando continuamente.
Otro factor que origina las fugas son los cambios bruscos de temperatura, sobre todo durante las transiciones de otoño a invierno y de invierno a primavera, por lo que en esas temporadas aparecen los encharcamientos en las superficies del pavimento cuando aflora el agua en tramos intermedios de las cuadras. Cabe aclarar que cuando aparece un encharcamiento en un crucero de vialidades, lo más seguro es que sean brotes de aguas residuales del drenaje sanitario.
Las variaciones en las demandas de agua deben ser reguladas mediante los tanques de almacenamiento o con dispositivos de control (variadores de frecuencia) en las bombas de los pozos. Sin embargo, la base de este control debe ser la sectorizacion hidráulica de las redes de distribución.
Cabe destacar la importancia de la sectorización, ya que mediante el seccionamiento de uno o varios circuitos hidráulicos se pueden controlar las presiones en las zonas de influencia de los pozos o tanques de regulación. También es posible evaluar con mayor precisión los consumos de los usuarios por áreas, zonas o sectores. Al mismo tiempo permite determinar las pérdidas físicas por fugas en las redes de distribución.
En sentido contrario, si las redes de distribución son abiertas con los circuitos interconectados, el agua puede trasladarse a través de las tuberías a grandes distancias perdiendo la energía o presión que originalmente se obtuvo con las bombas.
En Torreón del 100% del agua extraída con los pozos, se estima que el 30% se pierde por fugas en la red de distribución, se factura el 45% del consumo medido o no y se tiene un consumo no contabilizado y por lo tanto no facturado del 25%, que se debe a las tomas en los parques públicos, tomas clandestinas, diferencias por consumos fijos y fallas en los micromedidores y en el sistema de lecturas y facturación.
Para detectar las fugas en la red se pueden emplear equipos sonares que identifican los sonidos que producen las fugas en tramos cortos de tuberías. Pero también las fugas se pueden rastrear haciendo mediciones de presiones por tramos. Otra alternativa es efectuar balances entre el suministro y los consumos medidos por sectores. Finalmente, se pueden identificar las fugas por el afloramiento del agua en la carpeta asfáltica.
