Da el primer paso

Las fiestas de fin de año dejan generalmente mucho más que buenos momentos familiares, felicidad y recuerdos con la familia y amigos, a veces los festejos se convierten en sinónimo de “excesos”, principalmente cuando hablamos de consumos de alimentos y bebidas alcohólicas. Se vuelve más fácil aumentar tallas y dañar nuestra salud desde el punto de vista nutricional, la cuesta de enero entonces será también por recuperar un estilo de vida relativamente más saludable, no solamente en el plano financiero.

Y no es casualidad que los gimnasios y oficinas de nutriólogos tengan una alta demanda durante enero; las dietas, rutinas de ejercicio y otras medidas para bajar tallas son buscadas de forma desesperada por miles de personas.

Es cierto, el paso más difícil casi siempre será el primero, aceptar que se ha excedido el límite de lo que es saludable y saber que se debe hacer algo al respecto. Pero los siguientes pasos son igual o hasta más importantes, la clave del éxito al adoptar un estilo de vida adecuado estará en el correcto uso de la información profesional, además del compromiso que se tenga.

Ya sea tener un cuerpo libre de toxinas y sin riesgo de enfermedades, bajar tallas para recuperar ropa, o simplemente por afecto propio, todas las motivaciones serán de gran utilidad al modificar lo que se hace en cuestión de nutrición. No hay otra forma de llegar a ser “saludable” sin revisar con detalle lo que nos llevamos a la boca a la hora de comer, el ejercicio y otros hábitos positivos, pero la diera será el eje central del cambio de vida.

Compra para tu salud

Para comenzar, especialistas en nutrición aconsejan revisar con cuidado desde que se acude a comprar los alimentos, a la hora del hacer el súper se debe de ser muy riguroso con lo que adquiere y se tiene el la alacena.

En ese sentido, el principal consejo de nutricionistas, como María Fernanda Serna Frías, es evitar alimentos procesados o que sean producto de la unión de elementos con altos condimentos, conservadores y colorantes, en general “lo más natural será siempre de mayor provecho para el organismo”.

La especialista afirma que un primer paso ideal al acudir a comprar la comida será garantizar el acceso a vitaminas, agua y minerales a través de frutas y verduras, principalmente las que se encuentran en temporada por tratarse de una “garantía” en cuanto buen estado y precio accesible, también se deben de tomar en cuenta los cereales como la avena y el trigo, es decir, aquellos que tengan un estado de grano entero. Al hablar de cereales no necesariamente se deben recurrir a los productos de caja que se ofertan como “altos en fibra y bajos en calorías”, incluso una bolsa económica de avena podría ser de mayor provecho nutricional que una caja de cereal de marca reconocida, se trata entonces de una elección sencilla y que no implica un sacrificio importante al bolsillo.

Otros alimentos como las tortillas de maíz y la papa aportan carbohidratos que se deben de utilizar diariamente para la rutina diaria, se trata de alimentos naturales y que requieren de una baja inversión para ser adquiridos en general, de igual forma existen opciones considerablemente más económicas a la carne, tales como los frijoles, lentejas, habas y garbanzos, cuentan con un alto valor de proteínas y fibras que ayudarán a cubrir las necesidades alimenticias y bajar los niveles de grasas en adelante.

Entre los mitos y la mercadotecnia

Si se pertenece al porcentaje de la población que nunca ha estado en un plan alimenticio detallado y estricto, se pueden seguir ciertas normas generales que ayudarán en mucho a evitar errores, por ejemplo, toda la gama de productos “ligeros” o con la etiqueta de “ligth” no suelen ser verdaderamente benéficos para la salud, es cierto, contienen en menor medida ciertas sustancias dañinas como el azúcar procesada o con menor valor calórico; no obstante, significan una ingesta garantizada de otras sustancias artificiales como edulcorantes, endulzantes y conservadores que modifican el equilibrio general del organismo.

“Lo más sencillo, lo más natural casi siempre es lo más saludable, cuando se tiene un plan alimenticio para equilibrar la salud de forma adecuada no es necesario comprar productos ‘light’, entre menos ingredientes tenga la lista del producto va a ser mejor, de hecho son precisamente los productos industrializados los que nos suben el presupuesto a la hora de hacer el súper, por eso luego tenemos estos mitos de que hacer dieta es algo caro, cuando no es así”, afirma la especialista.

Una vez que se toman las medidas necesarias para adoptar la nueva dieta será necesario considerar a los niños en casa, algunas personas creen que se trata de dietas totalmente diferentes con respecto a las de los adultos, la realidad es que dicha idea también se trata de un mito. La alimentación en familia es un hecho concebible médicamente y sin riesgos para ninguna de las partes.

Precisamente cuando los padres de familia tomen las riendas de su alimentación, se convertirán en ejemplo de los más pequeños.

Otra de las recomendaciones que se pueden seguir para facilitar la entrada a la dieta saludable es la calma ante la ola de mercadotecnia y publicidad, posiblemente se trata de uno de los factores más complejos de seguir, ya que prácticamente en todos lados existe un bombardeo constante.

“La mercadotecnia hace su trabajo, uno va al súper y en los pasillos a la altura de la vista están los productos que mejor hacen su publicidad, que representan un dinero que se va a gastar en otra comida saludable, ya hasta el fondo están las cosas que realmente necesitamos, los pescados, los abarrotes, frutas y verduras… entonces es una estrategia de las corporaciones, incluso al momento de llegar a la caja te llenan la vista de golosinas y frituras, es muy complicado no ceder, pero hay que estar conscientes de que así es, nada es casual”, indica María Fernanda Serna.

La nutrióloga además recomienda evitar caer en información falsa y fuera de contexto que se pueda encontrar en Internet, en todos los casos se recomienda acudir con un especialista para consultar la mejor opción en el plan alimenticio que se busca adoptar

Al respecto el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a través de su departamento de prevención y trabajo social, recomienda que la adaptación de planes alimenticios se lleve a cabo de forma responsable y acompañada de otras actividades positivas, es decir, una “modificación total de hábitos que permita cambiar el estilo de vida inadecuado, por uno activo y saludable”.

La autoridad de salud en el país pide que, además de la comida rica en nutrientes, se tome en cuenta una rutina física de entre 30 y 40 minutos al día, al menos tres veces por semana y de la actividad deportiva de preferencia, pues en México el sedentarismo es catalogado ya como una de las principales causas de la crisis de sobrepeso y obesidad.

Con la asesoría adecuada y la determinación necesaria, los resultados llegarán más temprano que tarde, a pesar de que se trate de un tema estético, lo principal será buscar la salud desde el interior y en armonía con uno mismo.

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Para activarse con un platillo saludable al día se puede seguir la siguiente recomendación.

Desayuno: Huevo con vegetales a elegir, se pueden incluir champiñones y acompañar además con tortilla de maíz; la recomendación es utilizar aceite de oliva o incluso de coco (aunque se la segunda opción en general es más costosa).

Colación de media mañana: Puede consumirse una fruta de temporada, para el invierno se recomiendan en general las que tienen un alto grado de vitamina C, tales como las mandarinas o las naranjas.

Comida: Se puede consumir proteína a través de una porción de pollo o pescado, el modo de preparación puede ser a la plancha, o bien, envuelto en aluminio a modo de “empapelado”, dos tazas de verdura para acompañar, además de ensalada al gusto y para mejorar el gusto una porción de aguacate fresco.

Colación de media tarde: Una porción de pepino fresco o jícama, se pueden acompañar con limón y dependiendo del gusto de cada persona.

Cena: Champiñones o nopales acompañados con cebolla, tomate o chile (pico de gallo), una porción de queso panela y una tostada horneada.

Como bebidas se aconsejan eliminar de forma total el refresco y optar por agua de jamaica o de pepino con chía, endulzadas con piloncillo.