"Si el altruismo fuera masivo, no habría pobres en el mundo".
El altruismo es una actitud humana en la cual las personas actúan en favor de otras sin tener la expectativa de recibir algo a cambio y donde el que hace el bien no conoce al que lo recibe, y el que lo recibe tampoco conoce a quien lo hizo. Algunos filósofos como Rousseau, lo consideran innato al ser humano. Sócrates creía que se forjaba a través de una educación virtuosa.
A los pocos días de los sismos de septiembre 7 y 19, se demostró que el rebase de la ciudadanía al gobierno no sólo sucedió en la atención a los afectados, donde las autoridades no supieron cómo actuar con precisión, sino también en la solidaridad económica. De todo el país surgieron personas y empresas donantes; también en el mundo se sintió la generosidad con importantes aportaciones para la recuperación de casas derruidas. Múltiples ejemplos de altruismo brotaron; donativos en dólares; BBVA, 10 millones; Coca-Cola, 3 millones; Lady Gaga, 2 millones; China, Corea del Sur, Facebook, Google, Apple, un millón de dólares cada uno; Disney, 500 mil dólares; Maná, 200 mil; Checo Pérez, 164 mil; el Papa Francisco, 150 mil, y Salma Hayek, 100 mil dólares, estrellas y deportistas, así como los mexicanos que viven en el exterior realizaron aportaciones millonarias. Diversas fundaciones mexicanas de inmediato cooperaron; como Fundación Slim con 2 mil 373 millones de pesos y millones de ciudadanos que cooperaron desde diez hasta miles de pesos.
A través de comentarios en medios de comunicación y en redes sociales, ONG → s, ciudadanos, activistas y cineastas como Alfonso Cuarón, solicitaron al presidente enrique peña nieto, garantizara que la ayuda no fuera desviada y llegara a los afectados por el sismo. También pidieron la creación de una comisión ciudadana para que operara el dinero; no es para nadie desconocido que la principal característica de este gobierno han sido los múltiples reclamos por corrupción; citarlos sería ocioso y nunca terminaríamos; los solicitantes especificaban: "Que el dinero donado por los mexicanos y partidos políticos sea para los mexicanos"; pero jamás llegó respuesta alguna a tan justa petición; las secretarías involucradas, Gobernación y Hacienda Pública fueron sordas al clamor nacional.
El Gobierno informó que el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) poseía nueve mil millones de pesos y que el Banco Mundial aportó otros seis mil millones; todo ello elevaba la cifra para un apoyo, si no total, si al menos suficiente para iniciar la reconstrucción, máxime que la mano de obra sería de los mismos afectados, por lo tanto, sin costo.
La federación encargó al Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros, SNC, (Bansefi) cuyo director general es Virgilio Andrade; dependencia directa de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la cual, en la fecha de estos hechos, tenía como titular a José Antonio Meade Kuri breña. Las tarjetas con apoyos a damnificados las entregó el ejecutivo federal en un acto político el 2 de octubre; eran para adquirir material de construcción de las casas destruidas por dichos sismos. Dos semanas más tarde, varios afectados denunciaron que dichas tarjetas carecían de fondos y que, al intentar adquirir material, fueron avisados que el dinero de su tarjeta ya había sido gastado y la disposición se realizó a más de mil kilómetros de sus casas.
Ante tales denuncias, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) inició en noviembre una investigación que cubría los estados de Oaxaca y Chiapas; solicitándole al detalle a Bansefi, las transacciones realizadas por cada una de las tarjetas y su aplicación a cuentas de tarjetahabientes de dispersión del programa Fonden, así como operaciones de compra y retiros de efectivo. La comisión bancaria encontró tarjetas sin dinero y otras con mucho dinero realmente cobradas; denunció que se emitieron 4,574 tarjetas para 1,495 beneficiarios, o sea, 3,079 plásticos más, con depósitos cercanos a los setenta millones. Es decir, 46 millones arriba del límite superior que a cada damnificado debería otorgársele.
Agregando datos a las anomalías, la CNBV encontró que a nombre de solo un favorecido se expidieron 34 tarjetas, a otros entre 26 y 12, como varias irregularidades similares; finalmente, en sólo esa revisión, la autoridad bancaria reportó que había encontrado mil 484 damnificados "con dos y hasta ocho tarjetas fondeadas" y que un 96.5% de esas tarjetas sí fueron hackeadas. Hace unas semanas reporteras de "Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad" encontraron en Chiapas que beneficiarios cuyo nombre aparece en múltiples tarjetas, no habían recibido una sola de ellas. Ahora se supone que sólo en Chiapas y Oaxaca, hay miles de casos similares, ¿Qué estará sucediendo en los demás estados también afectados por los sismos?
El director general de BASEFI; nuestro conocido Virgilio Andrade, ex titular de la Función Pública que encontró cero irregularidades en el caso de la "Casa Blanca" de la primera dama, asegura que no hubo fraude; que el dinero está bien resguardado en su banco y que el 2 de febrero dará la información precisa para demostrarlo.
Transparencia Internacional, nominó, esta misma semana a México como el país más corrupto de Latinoamérica y el Caribe; el loquito jerarca gringo lo definió como el "país más peligroso del mundo"; en nuestra patria se tienen que realizar mítines y marchas tumultuosas para que se investigue a exgobernadores que endeudaron a sus estados y vaciaron el erario y, en su caso, se les extradite. Si empresas y personas de otros países; así como mexicanos, que aportan recursos para ayudar a los afectados por fenómenos naturales, nos preguntaran por los resultados de su colaboración, les diríamos: "no sabemos dónde están". ¿Quién va a confiar ahora en nosotros? En todos los mexicanos, no sólo en los políticos, quienes deberían mostrar un poco de altruismo y no enriquecerse mientras el pueblo pasa hambre y frío sin sus casas".
