El nombre "aguacate" deriva de la palabra náhuatl ahuacatli y proviene de un árbol que se originó en una amplia área geográfica que abarca desde la planicie central de México hasta la costa de la América Central, en el Pacífico. Evidencias arqueológicas en México permiten ver que este cultivo tiene 10,000 años aproximadamente, ya que, según la historia, fueron encontradas semillas de aguacate (Persea americana Mill.) en cuevas del Valle de Tehuacán, en el estado de Puebla, mostrando que a lo largo de ese tiempo hubo una selección progresiva orientada al incremento de tamaño de este fruto.
El aguacate es uno de los muchos productos agroalimentarios que México ha ofrecido al mundo. Su sabor, textura y propiedades alimenticias han cautivado a muchos países que con gusto lo han adoptado, como Francia y otros tan lejanos como Japón. Y es que el mexicanísimo aguacate lleva conquistando paladares de todo el mundo desde hace 500 años. Un ejemplo de ello lo da Martín Fernández de Enciso en su obra Suma de Geografía, publicado en Sevilla en 1519: "lo que hay dentro [del fruto del aguacate] es como mantequilla, tiene un sabor delicioso y deja un gusto tan blando y tan bueno que es maravilloso".
Lo que hace que el aguacate sea tan especial es sin duda su extraordinario sabor, peculiar consistencia, color y su asombrosa versatilidad culinaria, ya que puede ser saboreado de maneras tan sencillas como sobre pan caliente con una pizca de sal, como aditamento en una quesadilla, en tacos o en sopas, cremas, guisados a base de salsa de aguacate y, por supuesto, en guacamole, símbolo internacional de México.
El yashu, nombre zapoteca del aguacate, es fuente importante de vitaminas A, C, E, tiamina (vitamina B1), calcio, hierro, magnesio, zinc y otros minerales, que lo hacen un "multivitamínico" natural y muy sabroso. Más aún, la pulpa del aguacate posee la extraordinaria propiedad de ayudar a eliminar el colesterol "malo", es decir las lipoproteínas de baja densidad, por lo que ayuda a reducir el riesgo de desarrollar arterosclerosis, la temible enfermedad del mundo sedentario de hoy; adicionalmente, se ha observado un efecto benéfico en pacientes con asma y artritis reumatoide.
Tales propiedades curativas han sido probadas y comprobadas durante milenios en la medicina tradicional de México. El tzitzito, nombre que recibe el aguacate en ciertas regiones de Chiapas, se utiliza para eliminar microbios y parásitos, las semillas como antihelmíntico y molidas contra la sarna, las hojas en infusión como expectorante, incluso se dice que la energía de la pulpa, combinada con sus vitaminas y minerales, le dan propiedades afrodisíacos.
Por otra parte, a medida que la gente incrementa su edad, también cambian sus hábitos de consumo, prefiriendo alimentos más saludables que les permitan llegar a una edad avanzada con una buena calidad de vida, es aquí donde el aguacate con sus propiedades nutracéuticas (que nutren y curan) y cosmecéuticas (que nutren y ayudan al cuidado de la piel) adquiere una importancia fundamental en la alimentación de la población en general y si se considera también otros problemas de salud como; diabetes, altos niveles de colesterol en la sangre y la hipertensión arterial, entonces esta fruta, de por si deliciosa, adquiere una importancia mayor en la ayuda para contrarrestar estos problemas o ayudando a evitar enfermedades y hasta retrasar el envejecimiento.
El aguacate es una fruta con grandes atributos nutracéuticos. Contiene una alta cantidad de grasa, pero de una calidad similar a la del aceite de oliva, lo cual lo hace benéfico para el corazón ya que contribuye a reducir los niveles de colesterol. Entre los ácidos grasos que constituyen el aceite del aguacate, destaca el beta - sistosterol que previene la absorción del colesterol en el sistema digestivo protegiendo al sistema circulatorio, además de coadyuvar a la prevención del cáncer.
Además el aguacate es fuente importante de vitaminas, ya que cuenta con 12 de las 13 vitaminas esenciales, la vitamina B12 está ausente por que solo se encuentra en el reino animal. También es una fuente importante de minerales como el potasio, cobre, magnesio y manganeso, además de que en las proteínas contenidas en el aguacate se presentan un aminoácido llamado "glutatión" el cual es un potente antioxidante. Desde hace años, el aguacate se procesa para fabricar un fino aceite, similar al aceite de oliva para el consumo humano y como materia prima para la industria farmacéutica.
