En mis comentarios dentro del Resumen Económico anual que acostumbra imprimir el Siglo de Torreón, mencioné que los retos a los que se enfrentaba nuestro país, principalmente, que por cierto no necesariamente son desconocidos implicaba la conveniencia para destacarlos :
La definición de la renegociación del TLCAN
La Reforma Fiscal de Estados Unidos
La Inflación que prácticamente se desbocó en 2017.
En primer término las negociaciones del TLCAN, avanzan, pero sólo se han solucionado los temas menos importantes, pero inexorablemente en las siguientes rondas se tendrán que dirimir las de más peso; entre los temas candentes están entre los tres países socios resuelvan las reglas de origen más estrictas que las del tratado original, que lógicamente son las que el Presidente Trump le interesa que se realicen a favor de Estados Unidos.-Hasta el momento la moneda sigue en el aire, nuestros negociadores confían en la buena fe de los representantes del país vecino, se menciona con frecuencia que son posiciones muy accesibles al diálogo, sin embargo, independientemente de lo que se trate en las mesas de trabajo es muy distinta la posición del Presidente de dicho país y para incrementar la incertidumbre hace unos días aparentemente en Canadá, se filtró la versión de que Trump había declarado nuevamente la salida inminente de su país del mencionado tratado. En síntesis con todo y los argumentos que conocemos de parte de los especialistas en el tema, la verdad es que sólo depende de la decisión de Trump que una vez conocido en todos los temas que aborda son impulsivas y nada reflexibles, por lo tanto seguimos en el filo de la navaja.
El segundo reto ya lo definieron nuestros vecinos, es decir, la propuesta Fiscal de Trump fue aprobada por el Congreso y de inmediato los rumores o las noticias que nos llegan es sobre la posible migración de empresas al menos en parte de su inversión y hasta pronosticar que no sólo las de origen de Estados Unidos, además algunas mexicanas.
Lo cierto es que en este aspecto es el tiempo el que nos dirá el impacto negativo para nuestro país, se tendrá que ver si con números y cálculos duros, realmente impulsarían una decisión para emigrar, ya que no necesariamente pudiera ser tan radical el riesgo mencionado, soy de los que opinan que no será éste el panorama tan pesimista que se nos presenta por algunos estudiosos y especialistas; al tiempo.
La noticia relativa a la inflación ya la conocemos, terminamos 2017 con un 6.77 por ciento , lo cual enciende los focos rojos de nuestra economía, tanto por el hecho de que no se nos presentaba dicho problema desde el año 2000 y, por otra parte, muy lejos del objetivo del Banco de México, además de que se había mencionado también que para los dos últimos meses del año anterior habrían de disminuir lo cual atizó aún más la incertidumbre; además de lo anterior el aumento de los precios presionan a las empresas que en la mayoría de los casos repercuten al consumidor por lo que baja la confianza de la población y como siempre la desesperación y la desconfianza merma las posibilidades de emprender con certeza un esfuerzo conjunto para empujar el crecimiento y sobre todo la mejoría de los hogares y desde luego al crecer la desigualdad la desconfianza de la gente será más difícil de convencer sobre todo para los partidos políticos en este año electoral que se visualiza sumamente conflictivo.
En reciente seminario el gobernador del Banco de México Alejandro Díaz de León, reconoció el problema, pero aseguró que las presiones que impulsaron el crecimiento de la inflación durante el año pasado, son transitorios y este año a partir de enero comenzará a descender y se mantendrá esa tendencia el resto del año; por mi parte, yo tengo confianza de que esto suceda primero, porque sé que hoy en día existe una mayor claridad sobre los objetivos que deben de implementarse en la toma de decisiones de política monetaria, segundo por su alto grado de independencia que le permite aplicar un esquema sólido de política monetaria
