APOSTAR POR OTRO ESTILO DE VIDA
Muchas cosas tienen que reorientar su rumbo, pero ante todo la humanidad necesita cambiar", dice el Papa Francisco en su carta encíclica "Laudato si" sobre el cuidado de la casa común (n. 202), analizando la problemática ecológica causada por una mentalidad generalizada, que está sobreexplotando la tierra a niveles insostenible y causando una pobreza e injusticia inaceptables en la distribución de los bienes a nivel mundial. En esta coyuntura México está llamado a tomar acciones de liderazgo mundial en la implementación de este nuevo estilo de vida; cuenta para ello con circunstancias únicas, como su lugar estratégico en la geografía mundial junto al país que representa el estilo de vida consumista neoliberal; es también un elemento importante la grandeza de nuestra cultura milenaria que contiene los valores básicos para iniciar esta transformación que necesita urgentemente el planeta; además tiene el reconocimiento a nivel mundial, no obstante los escándalos de corrupción que han trascendido fronteras.
Entre nosotros existe en el imaginario colectivo, la conciencia de que tenemos un origen común, de que nos pertenecemos mutuamente y que compartimos un futuro; esta conciencia, que habría que fortalecer, es la base para desarrollar nuevas convicciones, actitudes y formas de vida.
Pero el gran desafío cultural, espiritual y educativo que nos toca comenzar a implementar entre nosotros y que es fundamental, ni siquiera ha sido mencionado por los principales candidatos a los puestos de elección popular, su miopía sólo les da para ver los defectos de sus contrincantes, dando a entender que no tienen ni la menor idea de la situación y mucho menos la intención de comenzar los difíciles procesos de regeneración. ¿Cuál de entre los candidatos independientes podrá tomar conciencia del liderazgo que se requiere en ese sentido? La transformación, ante la falta de voluntad de cambiar por parte de los grupos de poder, tendrá que venir desde abajo; desde las comunidades originarias y populares que resisten con valores culturales profundos los embates del sistema imperante y se preparan a cambiar el mecanismo consumista compulsivo para salir de la vorágine de las compras y los gastos innecesarios. Sus recursos de solidaridad, de familia, de religión, de tradiciones, de organización social, son elementos válidos para rechazar las formas de vida impuestas, como si fueran lo único que existe, y descubrir la manipulación de que son objeto por parte de minorías que detentan el poder. Con todos estos elementos es posible encontrar una nueva identidad que rechace las diversas formas de egoísmo colectivo.
La superficialidad y vacío de corazón que trata de llenarse con cosas por comprar, poseer y consumir, compite con la riqueza de corazón de los marginados y víctimas de este sistema, que incluso inconscientemente se saben dignos y valiosos aunque no tengan lo que el consumismo les ofrece como "necesario". Paradójicamente saben sus límites y por ello no viven angustiado por satisfacer necesidades creadas.
Ante las formas diversas de egoísmo colectivo, existe un sentido de bien común; ante la violencia y destrucción recíproca vividas por la obsesión de un estilo de vida consumista, y ante los condicionamientos mentales y sociales impuestos, las comunidades pueden reconstruirse y optar de nuevo por la regeneración; pueden mirarse con honestidad; pueden sacar a la luz su propio hastío e iniciar caminos hacia la verdadera libertad. La dignidad humana fundamenta esta rebelión que Dios alienta desde lo más profundo de los corazones de todos. La grandeza de la cultura de México puede facilitar esta rebelión y transformación.
Un cambio en los estilos de vida puede incluso forzar los cambios estructurales, que desde arriba no se tiene la voluntad de hacerlos: la organización de consumidores, las diversas expresiones de economía solidaria, de consumo local, da auxilio en la adversidad, de organización en las catástrofes, de colaboración en proyectos comunes, de producción artesanal, de consumo organizado, de rechazo de productos contaminantes o de empresas irresponsables socialmente, de reciclado y conservación ambiental… Fomentar e innovar acciones en este sentido debe ser una prioridad de diversos entes sociales, religiosos y gubernamentales. ¿O están también ellos cortos de vista? ¿Podrá México ser la punta de lanza del desarrollo de una conciencia universal para buscar un nuevo comienzo?
Esta encrucijada que vive México, catalizado con los resultados de las próximas elecciones, tendrán una influencia importante en el respeto a la vida, en la protección de los no-nacidos, en la sostenibilidad en el uso de recursos, en la lucha por la justicia y la paz y en la alegría de vivir. Nunca cada acción personal había tenido tanta importancia. Nunca el voto de cada uno de nosotros había sido tan trascendente y de tan alto impacto para México y para el mundo. "Cuando somos capaces de superar el individualismos, realmente se puede desarrollar un estilo de vida alternativo y se vuelve posible un cambio importante en la sociedad".
Por: Arturo Macías Pedroza
