Afectados. Cientos de personas quedaron incomunicadas y se estima que hasta 70 mil personas se han quedado sin hogar.
Al menos 144 personas continúan desaparecidas ayer en el noroeste de la isla de Mindanao, en el sur del archipiélago filipino, tras el paso del tifón Tembin que propició graves inundaciones y deslizamientos de lodo, dejando sin hogar a miles de personas.
Hasta el momento, las autoridades han confirmado la muerte de 209 personas por los efectos del fenómeno meteorológico, llamado Vinta en Filipinas, que afectó a la segunda isla más grande del país el pasado viernes con vientos de hasta 80 kilómetros por hora e intensas lluvias.
Responsables gubernamentales en la región afirmaron que los equipos de socorro continúan este domingo la búsqueda de víctimas y el rescate de personas atrapadas, aunque los esfuerzos son complicados debido al grado de devastación que dificulta los traslados y las comunicaciones. A pesar de las fuertes lluvias, los rescatistas aún intentan llegar hasta algunas áreas afectadas en la isla, por lo que se teme que el número de muertos podría ser mucho mayor, ya que aldeas completas fueron destruidas o sepultadas por toneladas de lodo y rocas.
Los pueblos de montaña Tobud y Dalama fueron dos de los lugares más afectados por los deslizamientos, casi la totalidad de sus casas quedaron enterradas bajo el barro, mientras que otras localidades están sumergidas en las aguas.
Se estima que hasta 70 mil personas se han quedado sin hogar, por lo que deberán de ser reubicadas en campamentos de refugio para resguardarse y recibir alimentos.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, visitó las comunidades afectadas ayer, expresó sus condolencias por las víctimas y pidió fortaleza a los sobrevivientes.
