Los padres tuvieron que tomar una decisión difícil, pero la misma le salvó la vida a su hija. (INTERNET)
Los papás de Vanellope Hope Wilkins, quienes viven en Nottingham, Reino Unido, esperaban la llegada de la bebé para Navidad, sin embargo, la pequeña nació prematuramente desde el 22 de noviembre.
Los doctores no pronosticaban que sobreviviera, pues habían detectado que su corazón y parte de su estómago estaban creciendo fuera de su cuerpo, una malformación genética conocida como ectopia cordis.
Cincuenta doctores y enfermeras se unieron en la tarea de realizar una rara cirugía médica para colocar el corazón de vuelta en la caja torácica de Vanellope, con la esperanza de salvarle la y, por fortuna, sus esfuerzos dieron resultados. La menor tiene ya tres semanas de vida y se encuentra mejorando cada día de salud.
La pareja dice que la decisión fue difícil, pues creían que Vanellope nacería muerta, pero debían arriesgarse pues la condición de salud de su bebé empeoraría si continuaba en el útero de la madre, así que la cesárea era la única opción de darles a los doctores la oportunidad de intentar salvarla.
Ahora, tras el resultado afortunado, los padres se dicen más que contentos y agradecidos con todos los que los apoyaron.