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Ensayo sobre la cultura

NEOCLASICISMO Y SIGLO XIX

El Neoclásico es el descubrimiento de la época griega y romana, sobre todo de parte de los abogados, ya que todo el derecho occidental tuvo sus cimientos en el derecho romano. Por un lado, fue una época que se puede traducir en moralista en todos los sentidos: fue el tiempo en que se desarrollaron las preceptivas en las lenguas europeas, pero al mismo tiempo, se le dio mucho valor al cultivo de la moral y de la ética en la persona humana, por lo menos en la apariencia. Las fabulas se reprodujeron para inculcar en los niños los comportamientos loables. En la novela, sobresalen el Robinson Crusoe y las aventuras de Gulliver, que son una crítica a la sociedad inglesa.

Alemania se convierte en el puente hacia el siglo XIX con el stun un dran, que tiene muchos elementos del neoclasicismo, pero ya se comienzan a introducir aires de romanticismo. Goethe y Schiller son sus mejores representantes. Ambos escriben teatro, pero al mismo tiempo son importantes en la filosofía del país que va a llevar la batuta durante todo este siglo en esta área del conocimiento.

La introducción al romanticismo es Walther Scott en Inglaterra, que hacía soñar a las mujeres de su tiempo con los héroes que desarrollaba en sus novelas. Es mencionado por casi todos los autores de su tiempo como la influencia principal para que su público soñara en una vida de aventuras o de amor sublime.

A finales del siglo XVIII se dan las revoluciones de Estados Unidos y de Francia. Se proclaman los derechos del hombre. Va a comenzar a morir una forma de gobierno que es la monarquía y va a surgir una nueva que es la democracia. Si Inglaterra sobrevivió a este cambio es por haber aceptado que a sus reyes se les impusiera las cámaras; primero la de los lores y luego la de los comunes. Las monarquías que se empeñaron en el absolutismo, perdieron sus reinos y su poder.

Francia, durante todo el XIX, estuvo oscilando de un lado a otro. En España, Fernando VII no comprendió ni a su pueblo ni a su tiempo y perdió todo un continente. A final de siglo, se unificó Alemania e Italia. Los países hispanoamericanos obtuvieron su independencia, pero no todos pudieron desprenderse de las dictaduras.

El romanticismo dominó durante la primera parte del siglo XIX. Donde más proliferó fue en Francia y posteriormente en Hispanoamérica. Era el deseo de obtener una libertad a ultranza; el héroe se impone, como la mirada al pasado. Todo lo domina el sentimiento, el patriótico y el amoroso. Muchos poetas eligen morir de amor y además, hacerlo joven. En el caso de México, los escritores son también políticos, y luchan del lado que busca el liberalismo, la reforma, en contra de las intervenciones o las imposiciones de creencias religiosas.

Es aquí cuando surge el concepto de nación. Se da una unidad histórica y territorial a todos los pueblos que están entre dos fronteras específicas. Se es capaz de morir por la patria, que son todos los ciudadanos. Se canta a la geografía que nos rodea con el corazón. En el caso de México, se construye un puente entre la época indígena y la independiente, queriendo dejar en el olvido la época colonial. Se combate la imagen de Cortés y todo lo que huela al español de la península.

En la segunda mitad de siglo, se combate el sentimiento desaforado del romanticismo para intentar ser más cerebrales, mucho más científico. Como estilos literarios surgen el realismo y el naturalismo que intenta representar la realidad tal cual es, con descripciones minuciosas hasta el mínimo detalle. Flaubert sustituye a Víctor Hugo, Balzac intenta analizar la sociedad francesa en todos sus aspectos, a través de 130 novelas de las cuales sólo escribe unas 92. Zola nos muestra lo más turbio de la realidad; el plano científico se impone y domina el positivismo donde todo tiene que ser comprobado por medio de una metodología inductista.

En el XIX se sienten los efectos de otra revolución, la industrial. Los pequeños artesanos van a ser remplazados por la industria, surge la clase obrera, el cinturón de pobreza en las grandes ciudades. La cultura elitista va a ser amenazada por un nuevo tipo de cultura que antes no existía, la de masas. Los medios de comunicación comienzan a ser importantes: primero la prensa, a final de siglo, el cine. Se desarrollan estilos literarios comerciales como la novela de folletón, o por entregas que no tenían otro objetivo más que crear públicos consumistas; Du Terreil es uno de los más famosos, Eugenio Sue. Aquí el da el nacimiento de las sagas, como los Pardillán, que juegan al lado de Los tres mosqueteros y veinte años después. Brillan autores como Julio Verne; mas ahí no se agota el XIX.

  Por: José Luis Herrera Arce

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