A ocho días de convertirse en obispo emérito, José Guadalupe Galván Galindo, nombrado por el Papa Francisco como administrador diocesano en Torreón, dijo que no se mudará y seguirá viviendo en La Laguna. Y es que aseguró que "una vez bebido agua del río Nazas, me quedo aquí".
Este 29 de noviembre será ordenado el nuevo obispo de la ciudad, don Luis Martín Barraza, nombrado como tal por el Papa.
Tras 17 años de estar al frente de la Diócesis de Torreón, monseñor asegura que no le quedan pendientes.
"En cada Diócesis siempre se busca una respuesta al tiempo que vivimos, entonces siempre hay nuevos desafíos, nuevos problemas, pero siempre la iglesia se hace presente, tiene una respuesta para ayudar a solucionarlo".
Aseguró que durante ese tiempo la iglesia se fortaleció, incluso creció en templos y en parroquias entre los cinco municipios laguneros que se atienden: Torreón. Matamoros, San Pedro, Viesca y Francisco I. Madero.
"Creció la Diócesis, creció en parroquias, en templos y sobre todo en procurar la atención a la gente del campo, porque estando cerca de ellos se ve el esfuerzo de ellos para sobrevivir, porque hay meses que sí tienen trabajo y hay meses que están en manos de la providencia, pero siempre con una fe muy grande, pero nunca la pierden", comentó Galván.
Dijo que esto se ha logrado gracias al apoyo incondicional de los sacerdotes de la Diócesis de Torreón.
EN SU CASA
17
AñOS
Cumplió como obispo de la Diócesis y seguirá como obispo emérito.
NúMERO
Misión
"Buscaré la forma de sentirme útil, siempre buscar servir a los demás, es un tiempo en el que uno no lo ve como un retiro, sino simplemente termina mi tiempo de servicio".
Fotos:La i
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