El Señor hizo el Sol.
Enseguida, por aquello de la equidad de género, hizo la Luna.
Creó después las estrellas y demás cuerpos celestes que por el cosmos van.
Luego hizo los mares, y los llenó con toda suerte de criaturas. Seguidamente puso en la tierra árboles y hierba, y dio vida a los animales y a las miríadas de insectos.
Fatigado tras esos días de ímprobo trabajo el Señor se durmió.
Entonces vino el demonio e hizo al hombre.
Eso no lo cuenta el Génesis.
Pero no hay otra explicación.
¡Hasta mañana!...