El día de hoy comienza la séptima edición del evento comercial "Buen Fin" y y durará hasta el próximo lúnes.
Este esfuerzo busca reactivar el mercado interno en una parte del año donde no hay eventos en el calendario relevantes como un Día de la Madre o aún lo suficientemente lejano de la celebración de la Navidad.
De acuerdo a la página oficial del evento se busca reactivar la economía fomentando el consumo, pero sobre todo mejorar la calidad de vida de todas las familias mexicanas. Sin embargo, más que lograr este objetivo parece que sólo consigue endeudar a los mexicanos tan acostumbrados a consumir al primer impulso y no planear sus compras. No obstante, sabemos que en un escenario económico, social, laboral y político adverso, salir de compras parece ser el único aliciente de muchos consumidores. Esto genera que no haya una reflexión profunda respecto a la responsabilidad financiera.
De acuerdo a las cifras oficiales del año pasado se derramaron aproximadamente 89,600 millones de pesos y para esta ocasión se espera generar 100,000 millones de pesos lo que representa un incremento de aproximadamente un 12 por ciento respecto a la cifra previa de acuerdo a cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, dinero que los mexicanos gastaremos sobre todo en ropa, zapatos, juguetes, televisores, artículos para el hogar, celulares, muebles, entre otros.
Es importante recordar que cuando buscamos gastar en algún bien mediante el uso de algún producto financiero el dinero que se usa para la transacción del bien no es dinero propio y por lo tanto, le pertenece a alguien más (seguramente un banco o un prestamista) y por lo que tendremos que devolverlo de algún modo y seguramente en una cantidad mayor de lo que recibimos en principio, por eso debemos tener claro el tipo de ingresos que tenemos, y los gastos fijos como colegiaturas, renta, agua, etc. Ante este escenario los montos de deuda que se tienen no deben superar más del 30 por ciento de ese ingreso, ya que después nos podría ser más difícil pagar esa deuda.
Durante este período económico de "Buen Fin" (y que por cierto será sólo para algunos, ya que debemos recordar que según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo en México de los empleos que se han generado más de un millón de éstos son remunerados por debajo de un salario mínimo, otros dos millones de empleos se pagan hasta por dos salarios mínimos y los puestos laborales creados con remuneraciones superiores a cinco salarios mínimos se ha reducido en los últimos cuatro años) difícilmente usted encontrará promociones diferentes a meses sin intereses, pagos fijos, descuentos porcentuales directos al producto, lleve hoy y pague el próximo año, algún tipo de compensación adicional como monederos o mezcla entre éstos. A estas alturas consideramos que usted ya considero cuál es la opción menos costosa para su familia.
Por lo tanto, si usted es de esos pocos mexicanos que "tienen baro" o trabajo formal en el mejor de los casos, deberá preocuparse por saber cómo gastar o administrar una tarjeta de crédito.
Para que el daño en el bolsillo no sea tan grande algunos especialistas recomiendan que si usted será parte de ese 56 por ciento que sale a disfrutar de gastar el dinero al menos debe preocuparse por meditar si en verdad necesita salir a gastar, si ya decidió salir 'a tirar billetes y tarjetazos' considere si lo que está pensando comprar realmente es algo que necesita, si en verdad es algo que necesita proyectar si el bien durará más tiempo en sus manos que el período de pago al que se va a comprometer, si ya se "endrogó" por favor evalúe cuál es la tasa más favorable o el plástico que mejor se adapta a sus necesidades, y por último si ya está pagando esa deuda considere si el artículo que usted compró en realidad mejoró su vida de alguna manera, y si después de todas estas advertencias su saldo fue negativo esperamos que le sirva para que no vuelva a cometer el mismo error el siguiente año.
Y pensandolo bien, el Buen Fin, ¿de quién será?
