El técnico Gian Piero Ventura habla con Andrea Belotti. (EFE)
La selección italiana recibirá hoy a la de Suecia en el partido de vuelta de la repesca para acceder al Mundial de Rusia 2018 y lo hará con la obligación de remontar el 0-1 de la ida, para evitar un fracaso que se quedaría en la historia.
El seleccionado italiano solo faltó en dos ediciones de los Mundiales, la primera de 1930 y la de 1958, y se medirá con una Suecia que, tras la victoria del viernes, acaricia el sueño de completar el trabajo y regalarse la Copa del Mundo de Rusia.
La Federación de Futbol italiana eligió al estadio San Siro de Milán como sede del duelo de mañana, un coliseo de gran tradición al que acudirán 72 mil espectadores para intentar empujar a un equipo en profunda crisis de juego y resultados.
Será un duelo trascendental para las dos selecciones, que podría marcar además el fin de la carrera como internacional del guardameta y capitán Gianluigi Buffon, que a sus 39 años disputa su última temporada como futbolista.
El gol marcado por Jacob Johansson en la ida le dio a Suecia una ventaja preciosa y complicó aún más el trabajo de una Italia en evidente dificultad psicológica y táctica, que nunca logró poner realmente en apuros a la defensa sueca en el estadio Friends Arena.
El hecho de jugar la vuelta en casa permitirá a Italia contar con la ayuda del público, pero al mismo tiempo requerirá a los "azzurri" disputar un partido sin el mínimo margen de error defensivo, ya que recibir un gol les obligaría a marcar tres para pasar de ronda.
En esta delicada situación, Ventura tendrá que decidir si confirma la defensa a tres del viernes o apuesta por una línea a cuatro para reforzar el peso ofensivo de su equipo.
El seleccionador no podrá contar con Marco Verratti, sancionado, ni con el delantero del Valencia Simone Zaza, con problemas en la rodilla derecha, y esperará la evolución de las condiciones de Leonardo Bonucci.
