Agustín Marchesín fue la figura del América en los penales, donde los cuatro gallos fallaron. (Jam Media)
De manera sufrida, América venció en tanda de penales a Querétaro por 2-0 para avanzar a las semifinales de la Copa MX, donde se medirá a Monterrey.
En tiempo reglamentario el cotejo en el Estadio Azteca culminó 1-1 gracias a los goles de Oribe Peralta al minuto 14 por las Águilas y de Javier Güémez al 67 por Gallos Blancos.
Darwin Quintero falló un penal al 81 que hubiera evitado la fatídica tanda desde los once pasos, en la que Querétaro no anotó ni uno y el portero Agustín Marchesin evitó el fracaso azulcrema.
En la primera acción al ataque, las Águilas se adelantaron 1-0 gracias a buen cabezazo de Oribe Peralta tras el cobro de tiro de esquina por parte de Darwin Quintero, quien una vez más era lo mejor de los azulcremas.
Los queretanos mostraron mejoría en la segunda mitad, "Flaco" Tena mandó a Camilo Sanvezzo para preocupar la zaga local, en tanto que los de Coapa apostaron al contragolpe para liquidar el partido. En un contraataque de esos, Quintero cimbró el poste izquierdo de Volpi.
Mientras las Águilas fallaban, Querétaro progresó y en una buena jugada se juntaron Sanvezzo y Édgar Benítez y éste tocó para fuera del área donde disparó razo bien colocado Javier Güémez para colocar el 1-1.
Sin que América ya luciera peligroso al frente se generó un penal dudoso por falta de George Corral sobre Cecilio Domínguez, pero su mejor hombre Darwin Quintero voló su remate para que el juego siguiera 1-1. El yerro le costó abucheos al cafetero.
El nerviosismo se presentó y los 90 minutos transcurrieron para que todo se definiera en la tanda de penales, donde cada club tenía el respaldo de dos buenos guardametas: Marchesin (América) y Volpi (Querétaro).
Las Águilas se quedaron con la victoria gracias al tino de Oribe Peralta y Cecilio Domínguez, pues el resto de los jugadores fallaron: los americanistas Quintero por segunda vez en el juego y Silvio Romero, así como los queretanos Miguel Martínez, Édgar Benítez, Camilo Sanvezzo y Everaldo Stum.
