CÓMO NOS HA CAMBIADO LA TECNOLOGÍA
En primer lugar quiero felicitar a todos los colegas que cuentan con una tecnología avanzada en sus clínicas; ultrasonido, rayos x, endoscopios, electrocardiógrafos, etcétera. Que importante contar con estos aparatos para el apoyo de diagnóstico de algunas enfermedades, siempre y cuando sean utilizados con ética profesional.
Hace unos días me habló un cliente por teléfono, pidiéndome que le tomara unas radiografías a su mascota, lo había llevado de emergencia a una clínica cercana a su domicilio, se quejaba el perro cuando lo cargaba, le sugirieron estudios radiográficos aunque caminaba perfectamente y no había sufrido traumatismo alguno, le inyectaron desinflamatorios y no aceptaron los estudios. Al día siguiente lo llevaron a consulta y a que le tomara las placas radiográficas, caminaba perfectamente, presentaba fiebre, postración y accesos de tos, padecía de una faringitis. Le expliqué que la fiebre ocasiona que duela todo el cuerpo lo que ocasionaba que se quejara al cargarlo y más cuando son mascotas sobreprotegidas. Con el antibiótico y antipiréticos mejoró de inmediato sin necesidad de las radiografías.
En otra ocasión un paciente no respondía al tratamiento, presentaba anorexia, postración, fiebre, se trataba de un perro de ocho meses de edad. Después de cinco días le sugerí cambiar de antibiótico y hacerle una química sanguínea en el laboratorio. Los dueños del paciente querían ver resultados de inmediato y al no ver mejoría lo llevaron a otra clínica, le hicieron estudios de radiografías, ultrasonido, endoscopía y nada encontraron, al regresar con un servidor hicimos los estudios de laboratorio como sugerí desde un principio y salió la infección de un órgano, sólo era cuestión de tiempo a que los antibióticos hicieran su función. Es lógico que para cubrir una inversión hay que utilizar los aparatos, siempre y cuando lo amerite el caso, y no aprovecharse de la angustia de los dueños del paciente enfermo.
Es una maravilla apoyarse en la tecnología de estos aparatos cuando dudamos de alguna enfermedad o cuando estos nos indican precisamente el tipo de lesión que se encuentra en algún órgano del paciente. El cliente no es tonto e inmediatamente se dará cuenta de los estudios que solicitamos y más cuando están familiarizados con alguna rama de la medicina por su profesión. Lamentablemente habrá quién saque provecho actuando con falta de ética como suele suceder en cualquier ámbito de trabajo.
Que interesantes son los retos aún después de cuarenta años en el medio, creemos haberlo visto todo y cuando nos encontramos con alguna enfermedad en nuestros pacientes que nos hacen leer y releer una vez más la patología, la bioquímica, la fisiología, solicitar apoyo a los colegas especialistas, claro el uso de aparatos y aún así nuestro paciente no presenta mejoría, hasta que utilizamos el sentido común, volvemos a repasar la historia clínica y nos damos cuenta de un nuevo dato y es entonces cuando logramos resolver favorablemente el caso, no sin antes darnos cuenta que el estudio, la capacitación y la experiencia es la base del éxito.
