La caprinocultura regional es importante en términos de producción, sin embargo, su desarrollo y evolución se ha visto muy lento y gracias al esfuerzo de los productores en mayor medida, que al proporcionado por las dependencias.
Analizando los rasgos que caracterizan la caprinocultura, ésta presenta el siguiente panorama:
Hatos conformados por animales encastados de regular calidad genética y bajo potencial productivo.
Desconocimiento entre los productores de prácticas adecuadas para el manejo del ganado y sobretodo, prevención de enfermedades.
Explotación en sistemas de pastoreo extensivo o el trashumante, que agrava en ciertas épocas del año el problema del escaso alimento forrajero
Canales de comercialización de productos fuera de control.
De acuerdo a estas características que se describen pudieran establecerse tres grandes marcos de referencia de su problemática:
1.- Comercialización y desarrollo agroindustrial.
2.- Productividad.
3.- Manejo del ganado (que gracias al programa de Extensionismo Estatal y de Ejecución Directa comienza a mejorar).
En esta ocasión vamos a tratar del primer punto que es la comercialización, la cual a diferencia de los productores de leche de vaca, quienes han convertido a la región lagunera en la principal cuenca lechera del país, mediante el desarrollo de una ganadería moderna, basada en la explotación de ganado de alta productividad, complementada con el establecimiento de un complejo agroindustrial que incluye pasteurización, envasado de la leche, transportación en frío de la leche a los principales mercados del país, etc.; los caprinocultores constituyen el principal núcleo de productores marginales de la ganadería de la región.
Hasta ahora, las agroindustrias que aprovechan la leche de cabra para la fabricación de quesos y dulces, pertenece a gentes que nada tienen que ver con la actividad ganadera. A pesar de ello, son sus empresas las que articulan el mercado de la leche de cabra, al grado de que es posible afirmar que su función es vital para el sostenimiento de la caprinocultura regional.
Los efectos de la monopolización del mercado de la leche de cabra se traducen en los siguientes puntos:
Es la empresa quien fija las rutas de recolección del producto, estableciendo un reparto de las mismas entre otras empresas competidoras de menor importancia, sobre la base de fijación de un precio por cederlas.
Es la misma industria quien hace efectivo el pago por litro de leche en la periodicidad por ella establecida y con los castigos aplicados al productor resultado de los análisis que sobre la calidad de la leche realiza en sus propios laboratorios.
También, es la empresa quien determina el volumen de leche a comprar, sobre todo en épocas de producción abundante. Lógicamente el control ejercido sobre las rutas de recolección le permite determinar el volumen de leche del que pueden disponer otras empresas menores.
Siempre es la empresa quien obtiene toda la utilidad resultante del proceso de industrialización de la leche. Si se considera que en su mayor parte ésta se utiliza para la fabricación de quesos, se puede concluir que las ganancias son muy altas.
Este control adquiere trascendencia en la medida en que a para los caprinocultores se manifiesta en múltiples anomalías a saber:
Exclusión de aéreas productoras de volúmenes importantes para la recolección cuando la producción de leche es abundante, argumentándose por parte de las empresas distancias excesivas, caminos en mal estado y tardanza de los productores en la entrega.
Dios quiera y los Gobiernos Municipal, Estatal y Federal se involucren en esta problemática y les otorguen el apoyo debido a los caprinocultores.
