Los síntomas de la giardasis podrían coincidir con los que ocurren en alguna otra infección gastrointestinal, pero lo que marca la diferencia es que la diarrea es semilíquida y excesivamente fétida y es además amarillenta por el alto contenido de grasa en la misma lo que a su vez hace que flote. INGIMAGE
La giardiasis es considerada la parasitosis más frecuente con una incidencia estimada hasta en el 20 por ciento de la población, informó el experto en infectología del IMSS en Jalisco, Alberto Villaseñor Sierra.
El médico adscrito al Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco destacó que a la giardiasis también se le puede considerar como una zoonosis.
“La giardia es un parásito que no sólo tiene de huésped al ser humano, sino a animales con los que éste convive, como es el caso de perros y gatos”, precisó el especialista.
Informó que como otras parasitosis, el mecanismo de transmisión es fecal-oral, y esto sucede cuando no hay un lavado de manos frecuente, especialmente después de defecar o incluso de limpiar excretas de perros o gatos con los que se convive en casa.
Comentó que los más vulnerables a desarrollar una giardiasis son los niños de menos de cinco años, al igual que las personas que por algún motivo tienen sus defensas bajas como los diabéticos, los que han recibido algún trasplante, pero también los hombres que tienen sexo con hombres.
El médico destacó que aunque es una parasitosis muy diseminada, no todos desarrollan síntomas y cuando éstos aparecen incluyen diarrea, dolor y distensión (inflamación) abdominal, principalmente.
Advirtió que estos síntomas podrían coincidir con los que ocurren en alguna otra infección gastrointestinal, pero lo que marca la diferencia es que la diarrea es semilíquida y excesivamente fétida y es además amarillenta por el alto contenido de grasa en la misma lo que a su vez hace que flote.
Un punto a considerar en la giardiasis es el dolor abdominal posprandial, es decir, que aparece después de ingerir alimentos “esto es clásico en esta parasitosis”, destacó, para agregar que la presencia de gases excesivamente fétidos, es también muy característico en estos pacientes.
Algo en lo que Villaseñor Sierra enfatizó fue en lo que respecta al fecalismo al aire libre y no sólo se refirió a las excretas de animales, sino del humano y detalló que esto constituye un mecanismo que facilita la diseminación de los quistes de la giardia.
De hecho, “se considera que hasta el 80 por ciento del agua de ríos lagos y pozos, puede tener quistes del parásito y hasta el 15 por ciento del agua filtrada, esto debido a que las condiciones para sanitizar deben considerar no solamente la cloración, sino el pH”, dijo.
El también investigador señaló que para que haya síntomas de giardiasis se deben haber ingerido al menos 10 quistes del parásito, el cual una vez eclosionado se adhiere al duodeno que es la parte superior del intestino delgado en la que se lleva a cabo la absorción de ciertas grasas.
Cuando el parásito se adhiere forma una capa en esa región y esto impide la adecuada absorción de las grasas de ahí la textura, color y olor característicos de las heces fecales de estos pacientes, apuntó el experto.
Resaltó el hecho de que la giardiasis al inhibir la absorción de grasas, provoca que las vitaminas liposolubles como la A, E, D y K, no se asimilen, lo que se traduce en desnutrición, específicamente de esos compuestos, así como pérdida de peso.
Indicó que una vez instalado en su huésped, la giardia produce síntomas que se prolongan de tres a 10 semanas, “es una parasitosis de larga evolución y en estos casos sí requiere de tratamiento”, que puede ser con metronidazol, tinidazol o furazolidona.
