El Señor hizo a la cebra.
Pasado un tiempo la cebra le preguntó:
-Señor: ¿nos hiciste negras con rayas blancas, o blancas con rayas negras?
El Señor perdió la mirada en la inmensidad del universo y contestó:
-Los designios de Dios son inescrutables.
Pasó más tiempo, y otra cebra acudió ante el Creador. Le preguntó:
-Señor: ¿nos hiciste blancas con rayas negras, o negras con rayas blancas?
Volvió a perder la mirada el señor en la infinitud del Universo y respondió:
-Los designios de Dios son inescrutables.
Pasó mucho, mucho tiempo, y el Señor le preguntó al Espíritu:
-Oye: ¿las cebras son negras con rayas blancas o blancas con rayas negras?
¡Hasta mañana!..