Cuenta la leyenda urbana, que siendo presidente Adolfo Ruiz Cortines, a su esposa en su cumpleaños le regalaron un Cadillac último modelo, y el Presidente comentó: "hace muchos años que mi esposa cumple años y nunca se acordaron de ella, hasta ahora que soy Presidente; pueden llevárselo porque no puedo prometer nada a cambio de este regalo".
"Casi casi si hay un choque aquí en la esquina, "ah fue la corrupción", pues sí, señor presidente; si fue la corrupción; un conductor transita por una avenida y llega a un cruce, en el semáforo aparecen apagados los focos, cree llevar preferencia y acelera... por la calle viene otro vehículo, ahí funciona el foco verde, también acelera, tiene el paso y... Sucede en Torreón que el recurso para mantenimiento de semáforos, se usó para la campaña del expresidente municipal, candidato del gobernador; con ello se compraron votos y no focos. En otra esquina, los hoyancos inmensos provocaron que al sacarse de caer en ellos dos vehículos chocaron, el dinero del pavimento se desvió para un cuartel.
En el Foro Impulsando a México, el Jefe del Ejecutivo Federal quiso lavarse las manos, pero utilizó petróleo crudo para ello, en incluso, hasta el rostro se cubrió. Tras asegurar que su gobierno ha combatido como ningún otro a este cáncer social, puso como ejemplo los procesos por actos corruptos que enfrentan algunos de sus amigos; pero se olvidó de infinidad de otros que si cuentan y cuentan mucho.
El máximo del descaro es cuando cae en la falacia por ignorancia de causa; pidió a toda la sociedad ser autocrítica y cuestionarse si en su día a día forman parte de algunas prácticas corruptas. Nuevamente tiene razón Sr. Presidente; sus funcionarios públicos provocan a la comunidad a caer en corrupciones y nosotros creídos y aplaudiéndonos, pues caemos; sólo que: "la causa de la causa, es causa de lo causado".
¿Y no es corrupción que su íntimo amigo el coordinador del PRI en el Senado, Emilio Gamboa Patrón utilizara un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana para ir a jugar golf con usted? Y si sumamos los cientos de miles de millones de pesos que gobernadores; alcaldes y funcionarios del PRI en su mayoría y otros partidos se han robado, se podría sumar un billón de pesos; además que su otro amigo el ex director de Pemex Emilio Lozoya buscara presionar al Fiscal Santiago Nieto para que declarara públicamente su inocencia e incluso le ofreciera una disculpa. Lozoya argumentó ser inocente ya que no puede tener cuentas en lugares que él no conoce ¿Tampoco eso es corrupción?
"La tragicomedia nacional la realizó el tocayo; el líder del PRI, cuando aseguró que a "Él le indigna la corrupción, como le indigna a la inmensa mayoría de los priistas" y de inmediato se colocó tapones en los oídos para no escuchar las sonaras carcajadas que todo mexicano expectoró.
Pero lagunerándonos, no causa extrañeza, pero si furor, la denuncia del doble gasto del Impuesto sobre nóminas; desvió muy posible de recursos cuando presuntamente 28 obras fueron duplicadas, por un valor de 450 millones de pesos, entre 2014 y 2016, o sea, justo cuando el supuesto gobernador electo era alcalde de Torreón. Al mismo tiempo, vecinos de las colonias del sur de Torreón tomaron vialidades para protestar por la falta de agua potable y que siguen inundadas sus viviendas con agua negras, mientras el director de SIMAS, sigue soñando con la alcaldía mientras pule la placa con que se auto-elogió.
En México hoy se vive una "envilecida saciedad de fortunas inmensas", producto de un ejercicio permanente de corrupción, La depravación política se da con bienes nacionales y hasta con donativos de otros países, como sucedió con las tiendas de campaña donadas por Canadá y China y otras malversaciones con donativos para damnificados.
Reflexión personal: mientras escribo esta columna, me ha tocado en suerte cuidar a mi nieto de una semana de nacido; estoy solo con él, me han dejado tres maletas con pañales; toallitas, aceites, sabanitas; leche, agua ultra-destilada, biberones ergonómicos, en fin, lo que teóricamente un bebé necesita. Debo darle a la hora el biberón, pero media hora antes se despierta y empieza a llorar, no le hago caso, babby, mi fiel pastor alemán mete su cabeza entre mis manos exigiendo que atienda al niño, como si no lo estuviese escuchando, me levantó; preparo el biberón y empiezo a dárselo; termina por quedarse dormido.
Es en ese momento que reflexiono: ¿Cuál es la diferencia fisiológica, anímica, jurídica, incluso, divina entre mi nieto y los millones y millones de niños de Coahuila, Oaxaca, Guerrero, Chiapas que lloran y lloran de hambre por horas y terminan quedándose dormidos con el estómago vacío? Definitivamente entre todos los niños no hay ninguna diferencia, todos son iguales. Lo que hace la diferencia es la corrupción, sí, esa maldita corrupción que peña nieto niega; esa desalmada corrupción de los envilecidos políticos que saquean el erario y que impiden que haya trabajos dignos, hospitales con medicinas, casas y colonias sustentables; escuelas con mínimos servicios, en fin, aquello que haga digna la vida de los mexicanos. Y ahí, en esa corrupción me incluyo yo; por haberme auto-robado mi capacidad de protesta ante esta terrible situación, por mi cobardía para exigir que el dinero del pueblo lo beneficie a él, no a un grupito de malandros que ocupan el congreso, los poderes ejecutivos de todos los niveles, los cuerpos judiciales que justifican latrocinios como las elecciones de Coahuila y a los organismos descentralizados que destruyen la voluntad popular como el INE.
